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Discursos que han hecho historia

‘Tengo un sueño’, (‘I have a dream’)

Martin Luther King Jr., 28 de agosto de 1963

Me llena de júbilo reunirme hoy con vosotros en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad de la historia de nuestro país. Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclamación de Emancipación. Este trascendental decreto trajo un gran rayo de luz y de esperanza para los millones de esclavos negros que habían sido abrasados en las llamas de una devastadora injusticia. Llegó como un dichoso amanecer para poner fin a la larga noche de su cautiverio.

 Pero, cien años después, el negro aún no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía tristemente lacerada por los grilletes de la segregación y las cadenas de la discriminación. Cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material. Cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra exiliado en su propia tierra. Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa.

En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, sí, a los negros así como a los blancos, les serían garantizados los derechos inalienables a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Hoy es evidente que América ha incumplido ese pagaré en lo que respecta a los ciudadanos de color.

No nos abandonemos a un valle de desesperación. Os digo hoy, amigos míos, que aunque nos enfrentamos a las dificultades del hoy y del mañana, yo aún tengo un sueño. Es un sueño que hunde sus raíces en el sueño americano.

Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo:

‘Afirmamos que estas verdades son evidentes: todos los hombres son creados iguales’.

Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos se podrán sentar juntos a la mesa de la hermandad.

Sueño que un día, incluso el estado de Misisipi, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia. Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que un día, el estado de Alabama, con sus despiadados racistas, con un gobernador que escupe palabras como ‘intervención' o ‘anulación de los derechos', se convierta en un sitio donde los niños y niñas negros puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancos y caminar unidos, como hermanas y hermanos.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán allanadas, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios se manifestará, y toda la carne la verá en su conjunto.

Esta es nuestra esperanza, y es la fe con la cual regreso al sur.

Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos transformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender juntos la libertad, sabiendo que algún día seremos libres".

EL DISCURSO DE LOS LÍDERES. Sección elaborada por profesores de Esade que analiza algunos de los principales discursos de los cien últimos años bajo la óptica de las lecciones que pueden extraerse para el management.

Inspirando futuros

Por Ceferí Soler, Profesor de Recursos Humanos de Esade

En ocasiones hemos observado en artistas, pensadores y místicos que se encuentran en estados especiales de gran inspiración, como fue el día 28 de agosto de 1963, en Washington DC.

Estar en silencio, meditando las ideas del discurso de Martin Luther King Jr.: “He tenido un sueño. No podemos volver atrás. Nuestra tarea es marchar hacia adelante”, significa anticipar y compartir nuestras ideas, nuestra percepción del trabajo, de las empresas que nos puedan traer sus objetivos ilusionantes para interpretar que el Maestro ya ha cumplido su misión, ya dejó claro su mensaje de seguir nuestro corazón, nuestra intuición, de amar lo que hacemos como el mejor servicio a la sociedad. Ya se difundió por todo el mundo su testamento de fe en nosotros mismos y nuestro potencial de vivir cada día como si fuera único... Agradecimiento pues a quien va y vuelve, a través del sueño y al retornar nos regala sus palabras mágicas con las que interpretamos sus valores de fe, de esperanza, compromiso y exigencia en su compasión por la humanidad sin diferencias entre razas.

En el silencio nuestras ideas se ordenan, aunque el exterior continúa desordenado. Las palabras se renuevan porque han sido limpiadas, y en el silencio es más fácil contactar con los demás, en los amaneceres que nos recargan nuestras baterías de energía vital para abrir las mentes cerradas.

La crisis es como una bendición porque aporta nuevas ideas de progreso. Nacen nuevas estrategias, con creatividad, para destruir las incompetencias de la especulación que representa la pereza mental. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida en la empresa es rutina, desmotivación, personas con máscaras que representan el papel que les han indicado. Ha desaparecido la espontaneidad, la autenticidad y la transparencia porque el problema no son las máscaras, sino que detrás de ellas no se encuentra la persona real que estima su trabajo.

La persona auténtica es la persona que trabaja en su empresa, que debe planificar, organizar los recursos, controlar las operaciones y con el liderazgo inspirador conseguir sus objetivos. Liderar es influir de forma proactiva. Con espiritualidad, esperanza, fe y compasión de Martin Luther King, con creatividad sin máscara y pasión, como Steve Jobs, para construir espacios positivos, compartir ideas y conocimiento, crear directivos emprendedores entre los colaboradores que de forma anónima estamos sosteniendo nuestro país. Para comprender la conexión entre el liderazgo eficiente con la visión espiritual debemos estudiar la inspiración del líder en el desarrollo de la visión. Es decir, sus competencias, sin limitaciones, en el desarrollo de su inspiración. Tiene la chispa de energía vital, la tenacidad y perseverancia para conseguir que su visión sea realizable. Es como una íntima convicción acompañada de sus creencias y valores sociales que guían sus decisiones.

Los líderes con visión, como Duran Farell, fundador de Gas Natural, entienden que su espiritualidad tiene que ver con su significado y el propósito de su misión. Este significado o propósito genera un sentido de pertenencia y una conciencia social que representa la mejor recompensa moral y cívica para sus colegas, directivos, jefes, supervisores y colaboradores o seguidores. Es el poder de transformar la energía positiva para estas personas. Martin Luther King, Maria Therese de Calcutta, Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, impregnaron su vida de espiritualidad para servir a los demás con el compromiso de no violencia hasta el final de sus vidas.

El líder inspirando futuros puede ayudar a sus colaboradores en el compromiso vital para lograr sus objetivos y obtener el estado íntimo de máxima satisfacción, por el trabajo bien realizado, como nuestro legado de responsabilidad social sobre la dimensión trascendente de la experiencia humana.

 

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