La construcción pedirá inversión por la caída de la prima de riesgo
Advierten que el 55% del ajuste fiscal ha venido por el recorte de inversión
Llevan cinco años demandando unos niveles mínimos de inversión en obra pública, pero los grandes de la construcción reclaman sin gran éxito. Durante este tiempo han visto el derrumbe de los presupuestos del Ministerio de Fomento y, especialmente, los de comunidades autónomas y ayuntamientos debido al compromiso del país con los objetivos de déficit que marca Bruselas. Pero en este momento, las principales patronales del sector aprecian una oportunidad para hacer valer su reivindicación.
La prima de riesgo lleva estable desde abril y cuesta abajo desde julio. Actualmente transita en los 255 puntos básicos. La actividad económica de la zona del euro creció en agosto por segundo mes consecutivo y registra máximos en los últimos 26 meses. Ya en España, funcionan los motores del turismo y de las exportaciones ¿Es la salida de la crisis?Los expertos huyen de la euforia. Sin embargo, habrá cola ante los distintos ministerios del Gobierno para demandar balones de óxígeno en los Presupuestos de 2014 tras años de tijeretazos en la inversión.
Es el caso de la patronal de constructoras de obra civil Anci, cuyo presidente, Jaime Lamo, ha destacado en distintas ocasiones que un menor gasto por la deuda derivado del relajo de la prima de riesgo debería ser aprovechado por el Ejecutivo para inyectar estímulos a la economía. Para Anci, al igual que para otros colectivos como Seopan o Aerco, la apuesta generadora de actividad y empleo a más corto plazo es la de la obra pública.
Los analistas calculan que España podría ahorrarse unos 3.000 millones de euros el próximo ejercicio por la factura de intereses y las constructoras vienen quejándose de que el 55% del ajuste fiscal en España en los últimos tres años se ha producido a base de eliminar partidas de inversión. De este modo, las patronales reclaman al Gobierno que ataje el gasto improductivo y vuelva a apostar por las infraestructuras. El país ha pasado de un ratio de inversión en obra civil del 4,5% del PIB a un 1,2%.
Una inyección de 2.500 millones en 2014
La Administración central ha paralizado prácticamente la licitación de obra nueva, ha reprogramado los proyectos que están en marcha –ampliando los plazos de ejecución– y está retrasando las certificaciones, entre otras medidas traumáticas para las constructoras. Todo para adaptar la inversión a la escasez de recursos.
En el último trienio las partidas para obras han caído a menos de la mitad por lo que se va a demandar desde las patronales de la construcción un plan de emergencia que incluya 2.500 millones adicionales en obras en 2014. De sobra es conocido el discurso de estos colectivos aludiendo a la creación de 18 empleos directos por cada millón invertido, así como el retorno de un 60% al erario público por la vía fiscal y el ahorro de costes sociales.