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Entrevista con Alberto Redondo, director de márketing de Seres

“Abaratamos costes en la factura electrónica para dar un servicio mejor”

Pablo Monge

Seres es la empresa líder europea en el mercado de soluciones de desmaterialización electrónica de documentos desde hace más de 20 años. Se definen a sí mismos como el socio número uno para optimizar, automatizar y asegurar el intercambio de documentos electrónicos B2B (de empresa a empresa), B2G (de empresa a Administración) y B2C (de empresa a cliente). El Ejecutivo ha puesto como fecha límite el 15 de enero de 2015 para que la factura electrónica sea obligatoria en las Administraciones Públicas.

Pregunta. ¿A qué se refieren cuando hablan de desmaterialización electrónica?

Respuesta. Ahora mismo, las empresas viven de conectarse con sus proveedores y con sus clientes. Incluso, internamente, con su accionariado o con otras empresas del grupo. Entre ellas se intercambian documentos que actualmente suelen transitar en formato papel. Nosotros somos la empresa que se dedica a movilizar esos documentos del papel al ámbito electrónico, y a ese proceso lo denominamos desmaterialización electrónica.

P. ¿Con qué documentos trabajan?

R. Aquí, en España, nos hemos centrado en dos documentos principalmente. Uno es la factura, al que nosotros definimos como bisagra, porque pone en relación la cadena de suministro de la empresa (los pedidos o el albarán) con los proveedores. Ahí hay un conjunto de papeleo con el que nosotros venimos trabajando desde hace más de veinte años. Además está la gestión del pago, del cobro o elementos de financiación. Lo que hacemos es abaratar un coste o una gestión interna que te permite ofrecer un servicio mejor. Y en segundo lugar, intercambiamos contratos. El foco se centra en los que requieren urgencia y rapidez. Por ejemplo, los contratos de las Empresas de Trabajo Temporal. Contamos con una plataforma que te permite gestionar ese intercambio de manera electrónica para que la cosa vaya de manera más fluida.

P. ¿Qué ventajas presenta este método con respecto al tradicional?

R. Alrededor del intercambio de documentos hay varios elementos. El primero es el archivo. Está claro que el archivado de papel requiere de grandes naves y sistemas, que lleva asociado un curso de acceso, uno de formación e incluso de mantenimiento. En el ámbito electrónico ocurre lo mismo, lo que pasa es que ahora mismo existe una tendencia que es moverse en la nube, como cuando utilizas un correo de Gmail (plataforma de correo electrónico de la empresa Google). Lo importante de almacenar información consiste en poder localizarla y es una de las claves que tiene Google con su buscador. Nosotros estamos en esa situación. Facilitamos herramientas que te permiten archivar esos documentos de forma longeva, de forma segura y que garantiza que no se pierda la trazabilidad. Una persona emite un documento, otra lo recibe y en todo momento ese flujo quedaría registrado.

P. ¿Y cómo autentificáis la identidad de las personas que intercambian facturas y contratos?

R. Tenemos elementos de firma, porque al fin y al cabo en cuanto intercambias un documento con una persona de alguna forma te tienes que asegurar de que ese documento no se ha modificado y de que el que lo ha emitido es quien dice ser. Y eso es algo que se hace a través de varias tecnologías. La más conocida ahora mismo y que es puntera en España es la firma electrónica, que la gente utiliza sobre todo para pagar la declaración de la renta o para otros procesos administrativos de este tipo.

P. ¿Qué papel juega Seres en todo este proceso?

R. Creamos el canal y todas las herramientas para permitir un entorno fiable entre las empresas y las administraciones, sin encorsetamientos ni masificaciones. Es una optimización de procesos: si una compañía no emite una factura, no la cobra. Si cortas ese flujo cortas el dinamismo de la compañía, que es donde nosotros nos especializamos. Al final, de lo que se trata es que ese proceso de dos o tres días sea instantáneo. Ahora mismo se está debatiendo el formato del futuro de la factura electrónica en Europa. El día en que el nuevo formato aparezca, esas empresas van a tener que adaptarse. Por lo tanto, entendemos que el valor que aporta Seres es el del operador de facturación. Es decir, quien te soluciona el problema. El cambio y la inversión son mínimas y la rentabilidad y mejora del proceso son significativas.

La guerra de los formatos preocupa al sector

La Administración está trabajando en un Proyecto de Ley sobre el que llevan debatiendo desde hace un año el Ministerio de Industria y el sector privado, a través de un foro de factura electrónica. El principal problema reside en que “ahora mismo en España hay dos formatos estructurados que son líderes”. Uno es Edifact, un estándar de la Organización de las Naciones Unidas para el intercambio electrónico de datos en el ámbito mundial. Y el otro es el Factura-e, un formato nacional.

La preocupación de Alberto Redondo es que “hay decenas de miles de empresas que han hecho ya la inversión para trabajar con factura electrónica en formato Edifact” y el proyecto de Ley obliga a trabajar en formato Factura-e. Esto va a implicar, en su opinión, que esas empresas tengan que reinvertir en tecnología para poder adaptarse. “Es un poco incongruente, si es un proyecto de ley de impulso de la factura electrónica, no dejes de impulsar a los que ya lo han hecho.”

A su juicio, Edifact cuenta con un valor diferencial. ”Mientras Factura-e solo puede trabajar con facturas, Edifact llevar a cabo un registro de pedidos y albaranes”, remarca. En los foros se ha transmitido que solamente se puede incorporar la compatibilidad a través de enmienda, por lo que “nosotros esperamos que a algún partido político sea capaz de ver esta situación y que se adelanten para no caer en el error de publicar una ley y que al cabo de un tiempo se vea que necesita algún tipo adaptación. Con incorporar Edifact incorporarías casi al 100% de factura electrónica estructurada en España”, concluye.

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