Codere, abocada a la venta de activos para saldar su deuda
Codere vuelve a estar contra las cuerdas. A la decisión de la junta de accionistas, celebrada la semana pasada, de no aceptar la ampliación de capital por importe de 5,5 millones se suma la rebaja de la calificación por parte de S&P. Como ya hiciera hace un mes, momento en que la refinanciación del crédito sénior se convertía en la pieza clave para el futuro de la empresa, la agencia ha vuelto a situar en default selectivo el rating de Codere.
Su abultada deuda y los recursos disponibles para hacer frente a los vencimientos más inmediatos, entre ellos el pago del cupón el próximo 14 de septiembre, sigue despertando la desconfianza de inversores, agencias e incluso de los propios accionistas.
Desde que la empresa presentase sus cuentas del primer trimestre las malas noticias no han cesado. Primero fue Moody’s y el temor de la agencia a que la empresa de juegos y apuestas no consiguiera refinanciar el crédito sénior de 60 millones de euros contraído con BBVA,Barclays y Credit Suisse. El panorama a mediados de mayo se antojaba complicado y la propia empresa reconocía que se encontraba en un situación de “estrecha liquidez”.
A pesar del temporal, Codere alcanzó la ansiada refinanciación y dio entrada al capital riesgo.Canyon Capital Finane Sarl y diversos fondos gestionados por GSO Capital Partners LP relevaron a la banca.
Estos progresos, aunque significativos, no parecen ser suficientes. Con una deuda de 1.200 millones de euros a cierre de 2012, de los cuales 760 millones vencen en 2015, la empresa se ve abocada a la venta de parte de sus activos para cumplir con los acreedores y escapar de las garras del preconcurso.
En marzo aparecieron los primeros rumores sobre la posibilidad de que la compañía se desprendiera de algunas participaciones en Latinoamérica. De hecho, un mes antes el grupo con presencia en México,Argentina,España e Italia reconocía que en 2012 se habían analizado diversas oportunidades. Pero lo que hasta entonces era una hipótesis ahora gana fuerzas y más después de que la compañía reconociera a la CNMV que su tesorería a cierre de marzo de 2013 ascendía a 18 millones debido a la “indisponibilidad de fondos provenientes de Argentina en 2012 por los beneficios obtenidos en ese país”.
El mercado argentino es, de lejos, su principal fuente de ingresos. A la peor evolución de 2012, momento en que su negocio ascendía a 654 millones, se suma la caída continuada que registra en lo que va de año. Según las últimas informaciones proporcionadas al regulador, en julio sus ingresos por mesa de juego y día cayeron un 18% hasta los 251,3 euros. La aprobación de la Ley Antitabaco y la elevada inflación son las principales razones que justifican este descenso. En el resto de países la evolución es similar. En México las facturación cayó un 2% en el séptimo mes del año, hasta los 46,1 euros por día y asiento; un 5% en España, y del 11% en Italia.
Las acciones del grupo,en mínimos históricos
Codere contrató a mediados de año los servicios de la firma financiera Perella Weinberg para reestructurar su deuda.La empresa le daba carta blanca para llevar a cabo las operaciones oportunas. El objetivo no es otro que dar una salida a la situación, dejando como último recurso la quita a los bonistas.De momento no hay noticias al respecto, a excepción de la modificación del calendario para cumplir con las obligaciones. Pero a la espera de ver qué salida se da, las acciones de la compañía continúan su cuesta abajo. Ayer cedieron un 2,4%, hasta los 1,22 euros, y en lo que va de año la cotizada se deja un 70%.
La rentabilidad de los bonos con vencimiento en junio de 2016 se sitúa en el entorno del 53% frente al 21% que marcaba en mayo, un día antes de conocerse sus resultados del primer trimestre, o el 8% de marzo de 2012.
No obstante, la mejor prueba de las dudas sobre la capacidad de la empresa para hacer frente a la deuda se encuentra en los seguros contra impago a cinco años que ayer ascendía a 4.200 puntos básicos.