Restricción a Liberty
El malestar por la fusión alemana de Liberty Global es problemático. Casi dos años después de que el Bundeskartellamt –la autoridad alemana responsable de la regulación de la competencia– permitiera que el grupo de cable de John Malone se hiciera con Kabel BW por 3,2 millones de euros, un tribunal de Düsseldorf ha revocado esa decisión.
Al dilucidar si las fusiones acabarán con la competencia, es lógico pensar en cómo los mercados se desarrollarán en el futuro. Pero este fallo, del juez Juergen Kuehnen de Duesseldorf, parece ir demasiado lejos.
La razón es que Kabel BW y la unidad existente Unitymedia de Liberty no competían directamente, sino que operaban con redes de cable en diferentes partes de Alemania. Para Kuehnen, sin embargo, lo importante es que Kabel BW podría haber entrado en el mercado de Unitymedia en un plazo de tres a cinco años. Parece algo especulativo y poco plausible. Kabel BW nunca indicó públicamente tal movimiento.
Para Liberty este largo proceso podría finalmente ser más una molestia que otra cosa. El grupo todavía puede intentar apelar a un tribunal superior. Si pierde de nuevo, la autoridad de la competencia volverá a evaluar la fusión. Eso podría llevar a nuevas exigencias. En el peor de los casos, Liberty tendría que dar marcha atrás y vender Kabel BW. Pero eso parece poco probable.
Cualquier sistema legal de “control de fusiones” necesita formas de apelar y revertir las malas decisiones. Pero ante la evidencia de este caso, el límite judicial para revocar ofertas realizadas en Alemania debería ser un poco más alto. Y centrarse en hipotéticas decisiones de gestión del futuro introduce demasiada incertidumbre.