España espera mejor rating
El Tesoro ha cubierto tres cuartas partes de las emisiones de este año Rebajará en un 30% el importe de las subastas de deuda hasta 2014 El organismo de financiación saldrá de gira a Latinoameríca por primera vez en la historia
La estrategia del Tesoro es un éxito en lo que va de 2013. Ha rebajado los costes de financiación, ha disfrutado de acceso al mercado sin problemas en todo momento y la demanda que ha llegado del extranjero ha sido elevada en casi todas las subastas.
España ha logrado el 76% de la financiación a largo y medio plazo prevista para todo el año. Es decir, ya tiene 92.200 millones de los 121.300 presupuestados.
La holgada situación va a permitir a España rebajar de forma contundente el importe que solicitará al mercado en lo que queda de 2013. “A partir de septiembre, reduciremos en un 30% el volumen de las emisiones en las subastas programadas”, explica Íñigo Fernández de Mesa, secretario general del Tesoro.
El Tesoro metió el turbo desde comienzos de año. En varias subastas a medio y largo plazo (bonos con vencimiento a dos años o más) superó ampliamente los 5.000 millones de euros –el 10 de enero, por ejemplo, colocó 5.817 millones a dos, cinco y 13 años– y la tónica habitual ha sido vender más de 4.000 millones. El importe medio se sitúa en 4.313 millones. Además, se han realizado cuatro emisiones sindicadas.
A partir de ahora, no será necesario tanto esfuerzo. Se requerirán menos de 3.000 millones de euros en cada una de las 10 programadas para captar la deuda a medio y largo hasta mediados de enero del próximo año.
La colocación de bonos y obligaciones de mañana que consta en la estrategia de financiación del Tesoro ni siquiera ha sido convocada, al igual que en los últimos ejercicios. “Hemos recuperado una gran parte de la base inversora en deuda soberana, tanto a nivel de tipo de inversor (fondos de inversión de pensiones, aseguradoras) como a nivel geográfico”, destaca el secretario general del Tesoro.
Las cifras así lo confirman. Desde el cierre de agosto del año pasado, los inversores extranjeros han comprado 48.193 millones de euros en deuda. A cierre de junio, las últimas cifras publicadas, tenían 240.029 millones de euros.
Sin embargo, dos de las tres grandes agencias de calificación –Standard & Poor’s y Moody’s– han puesto a la deuda española al borde del bono basura; y Fitch la mantiene tan solo dos escalones por encima. Las tres, además, le asignan una perspectiva negativa.
La buena noticia es que el futuro es positivo, según Fernández de Mesa. “En la medida en que vayan confirmándose los datos positivos, se producirá una estabilización de los ratings otorgados por las grandes agencias de calificación. Previsiblemente, lo primero que se producirá será un cambio de las perspectivas, de negativas a estables. Y esto puede tener un efecto positivo en los mercados”, sentencia. La situación ya ha mejorado y, de hecho, la volatilidad de la deuda española es mínima, similar a la alemana.
Nuevos compradores
El Tesoro Público confía en que el mercado aprecie las reformas que ya se han hecho y las que quedan por hacer. La unión bancaria a nivel europeo será otro de los pilares que mejoren el sentimiento de los inversores hacia la deuda española.
La situación es cómoda pero Íñigo Fernández de Mesa continúa buscando nuevos caladeros de inversores interesados en la deuda nacional. “Los asiáticos han empezado a invertir en deuda pública española pero es un área con mucha capacidad de crecimiento”, explica.
El organismo de financiación del Estados ya hizo un road show en Japón y hará otro en la segunda mitad del año. A partir de septiembre, redoblará los esfuerzos con algo nunca visto hasta el momento: presentaciones en Latinoamérica. “En Chile, hay fondos de pensiones muy importantes, que tradicionalmente no invierten en deuda soberana española. También hay posibles inversores en otros países de América Latina, como Perú, Colombia, Brasil o México”, asevera Íñigo Fernández de Mesa.
El Tesoro ha ido este año de gira por Europa (Alemania, Francia, Suecia, Noruega, Holanda, Londres), Estados Unidos (Nueva York y otras ciudades de la Costa Este, y la Costa Oeste). La gran ventaja es que los road shows son de pequeños grupos, donde los inversores gozan de total confianza y pueden preguntar abiertamente.