Las cajas aún viven para el INE

El profundo cambio que ha sufrido el sistema financiero español ha dejado reducidas a la mínima expresión a las cajas de ahorro. Aunque sorprendentemente, su figura sobrevive no ya en las estadísticas del Banco de España, que ya decidió sumar el negocio financiero de las cajas al de los bancos, sino en las del propio Instituto Nacional de Estadística. La institución que registra al milímetro todas las variables de la economía española no ha tenido en cuenta la desaparición de las cajas en su contabilización de los efectos de comercio impagados, publicada ayer. Con un importe de 390 millones de euros, el 70% correspondió a los bancos y el 20,3% a las cajas, que siguen muy vivas en los cálculos del INE. Pero es extraño que las dos únicas supervivientes de su especie, Pollença y Ontinyent, acaparen ellas solas ese 20%.