Seop vuelve a la obra civil tras superar el primer gran concurso de la crisis
La opción mayoritaria es la de una quita del 55% y nueve años para cobrar Panamá, Perú y Colombia son los destinos para la expansión internacional La constructora cántabra fue de las 15 mayores de España antes de la crisis
La caída de Seop Obras y Proyectos en los primeros compases de la crisis fue todo un síntoma de que el motor de la construcción estaba a punto de gripar. Corría marzo de 2008 y la que era decimotercera compañía de obra civil del país por volumen de negocio –integrante de la patronal de grandes constructoras Seopan– reconocía su incapacidad para pagar deudas por 269 millones. El concurso de acreedores, del que sale ahora, ha superado los cinco años y en el convenio, aprobado días atrás, se ha impuesto la fórmula de cobro a menor plazo aunque con mayor quita.
Seop ofertó en enero a bancos y proveedores un descuento del 55% y nueve años de espera y, como plan B, una menor quita del 45%, pero con 11 años de periodo para cobrar. La mayoría de la masa acreedora (68%) se ha sumado a la primera fórmula, por un 10% que ha optado por esperar más pero perdonando menos. Con ello, la empresa da por superada la situación concursal.
Seop tiene 100 millones pendientes de pago a un grupo de bancos entre los que figuran Santander, Popular o Pastor, y otros 169 millones engloban la deuda con proveedores comerciales.
Tal y como avanzó CincoDías, la constructora se compromete a reintegrar el 9% del volumen de las facturas impagadas en el primer año y va a responder ante los acreedores con saldos inferiores a 3.000 euros (un 33% del total) con un único pago en los tres primeros meses desde la sentencia que ha dado luz verde al convenio. El reloj para estos acreedores empezó a correr el 12 de julio, conel fallo del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid, aunque este fue notificado a finales de mes.
Posible cambio de marca
Una de las dudas que asalta al equipo directivo de Seop es si debe mantener la marca o lanzar la empresa bajo la denominación de Grupo Perteo, propietario del 100%. “No hemos tomado aún la decisión sobre el nombre de la empresa. Seop es una marca reconocida en el mercado y debemos sacar pecho por superar el concurso”, aseguran fuentes de la compañía. De momento, la opción por la que apuestan los propietarios es por el cambio.
Atrás queda uno de los procedimientos concursales más complejos que se ha dado en España, con un total de 4.700 acreedores afectados, la mayoría de ellos pymes, y casi 500 incidencias. El juez que lo ha tramitado llegó a pedir disculpas por el retraso acumulado en la búsqueda de soluciones para la deuda de la que fue la mayor constructora de Cantabria.
A lo largo de su larga situación de insolvencia, Seop ha cambiado de propietarios. Salió de manos de la familia cántabra Montalvo y del grupo Silver Eagle para renacer en estos momentos como parte del Grupo Perteo. Esta es una modesta entidad de construcción con negocios en Andalucía, Cantabria y Castilla La Mancha, al margen de la propia Seop.
Tres antiguos directivos han sido los encargados de encarrilar la sociedad: Santiago Gilarranz, Carlos Velado y David Cabal, que fueron quienes compraron la entidad en 2010 en un proceso de management buy out.
El que fue grupo de obra civil con más de un millar de empleados, 1.300 millones de euros en cartera de obras y una facturación de 440 millones en 2007, es ahora una pyme con medio centenar de trabajadores y planes de expansión fuera de España.
Panamá es el primer destino elegido, donde ya tiene una oficina, y el equipo directivo también busca trabajo tanto en Colombia como en Perú, donde los planes de infraestructuras ofrecen oportunidades a constructoras de pequeño calado. En el último de estos países prevé implantarse el próximo otoño.
Actividad latente
Seop, fundada en 1992, participó en importantes obras en España, como las de los aeropuertos de Santander y Alicante, o en la construcción de carreteras y hospitales. En la actualidad cuenta con una participación del 20% en el contrato de ejecución del tramo Torrelavega-Solares, incluido en el proyecto de la autovía del Cantábrico (A-8), que ha comenzado a ejecutarse este verano. El socio en esta obra es Acciona (80%) y la cartera acumulada por Seop en la misma es de 19 millones de euros. La UTE tiene planificada una producción para este año de unos 20 millones.
Desde la declaración de concurso voluntario de acreedores Seop no ha dejado de estar activa, facturando 86 millones entre los ejercicios 2009 y 2012. Pero la suspensión de pagos supuso la congelación de la clasificación de contratista del Ministerio de Fomento, una condición que la empresa pretende recuperar el próximo mes de septiembre para sumarse a la nómina de empresas que compiten por la escasa obra pública que sale a concurso.
Acreedores abatidos por los impagos
Un 70% de la masa acreedora de Seop está dispuesta a perdonar el 55% de la deuda para cobrar en nueve años. Otro 10% –más de lo previsto por la dirección– dejará de percibir un 45%, pero alargando el plazo de espera hasta los 11 años. Y el 20% restante no se suma ni a una ni otra opción: simplemente han desaparecido del mapa empresarial español.
Ese porcentaje de la deuda pendiente de Seop, unos 54 millones de euros, no tiene quien lo demande. El concurso fue abierto en marzo de 2008 y casi 5.000 empresas y entidades financieras presentaron facturas y créditos pendientes de pago. Los cinco años que ha durado la administración concursal y la crudeza de la crisis ha hecho que muchos de esos acreedores se hayan extinguido.
En todo caso, Seop Obras y Proyectos debe estar dispuesta a pagar esos 54 millones de euros (24,3 millones tras la quita del 55%) durante los 11 años de duración del convenio de acreedores si ese dinero es legalmente reclamado.