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La UE renuncia a aplicar aranceles

Tregua fotovoltaica entre la Unión Europea y China

Operarios chinos trabajan en un panel solar.
Operarios chinos trabajan en un panel solar. Reuters
Guillermo Vega

Paso atrás de la Unión Europea y China en la guerra fotovoltaica. Bruselas ha decidido no imponer aranceles provisionales a las importaciones de paneles solares provenientes de China, lo que supone una tregua en la mayor batalla comercial entre ambos bloques. En vez de ello, estudiará la situación durante otros cuatro meses para calibrar mejor las medidas que se pueden tomar. Así las cosas, el bloque de los 28 tendrá hasta el próximo 5 de diciembre para decidir si se introducen recargas “definitivas” o se abandonan (también definitivamente).

¿Qué ha pasado para que se haya producido este cambio de parecer? Las amenazas provenientes del cuartel general de la Comisión surtieron efecto casi de inmediato y a finales de junio comenzaron las negociaciones. Finalmente, hace cinco días, la UE alcanzó un acuerdo con la industria fotovoltaica del país asiático, por el que estos últimos se comprometían a respetar unos precios mínimos de venta. Esta medida, vistos los resultados, ha resultado suficiente para convencer a las autoridades euroepas.

“Las medidas antidumping provisionales y las decisiones sobre precios han eliminado los perjuicios que sufría la industria”, aseguró el pasado viernes John Clancy, el portavoz del comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht. “La decisión, no obstante, no prejuzga el final de la investigación”, matizó el portavoz. Así las cosas, la UEmantendrá abiertas las pesquisas hasta que tome su decisión definitiva.

La Unión Europea anunció en junio pasado su intención de imponer desde el 6 de ese mismo mes un recargo arancelario provisional (el que ha sido retirado) del 11,8% a las importaciones de paneles solares procedentes de China. Esta medida suponía una represalia contra las autoridades al considerar que vende estos productos por debajo del precio de coste (práctica conocida como dumping). Si en el plazo de dos meses, es decir hasta el pasado 6 de agosto, Pekín no hubiese presentado medidas correctivas para acabar con el ‘dumping’ o hubiese alcanzado un acuerdo con la UE (algo que finalmente ha ocurrido), el recargo habría aumentado automáticamente hasta el 47,6%.

Esta decisión en junio ya supuso rebajar considerablemente la sanción que había previsto inicialmente (47%) para permitir una “transición suave” que facilitase la adaptación del mercado y como “una oferta a los chinos” para alcanzar una solución negociada, según las palabras del propio de Gucht. “No se trata de proteccionismo”, aseguró. “Se trata de garantizar que las reglas del comercio internacional se apliquen a las empresas chinas, como se nos aplican también a nosotros”.

Según datos de la Comisión, la investigación de Bruselas ha puesto de relieve que el precio “justo” de los paneles chinos que llegan a la UE debería ser un 88% superior al de venta. Esta práctica de dumping “ha perjudicado claramente a la industria europea” y pone en riesgo hasta 25.000 puestos de trabajo e incluso “la supervivencia misma del sector”, según el comisario.

Las compañías europeas no hicieron más que seguir la estela de Estados Unidos, que en septiembre de 2011 aprobó la instauración de aranceles a la entrada de paneles chinos de entre un 15% y un 250% tras confirmar el dumping del país asiático y las ayudas de ese Gobierno a sus empresas.

Líder destacado

China es, de largo, el mayor productor mundial de paneles solares. No en vano, siete de los diez principales fabricantes proceden de este país. Sólo en la Unión Europea controlan el 80% del mercado, según los datos facilitados por la Comisión Europea a principios de junio.

En la lista mundial de fabricantes, que encabeza la china Yingli Green Energy con una producción equivalente a 1.950 MW, sólo hay dos empresas estadounidenses: First Solar, en el segundo puesto (1.900 MW), y Sun Power, en el noveno (850 MW), según datos de la consultora IHS correspondientes a 2012. Todas las demás, salvo la singapurense Flextronics International (900 MW), proceden del país asiático: Trina Solar (1.700 MW), Suntech Power Holdings (1.500 MW), Canadian Solar (1.500 MW), JA Solar (950 MW), Jinko Solar (900 MW) y Hanwha Solar (850 MW).

El crecimiento chino en la industria europea ha sido exponencial, según el datos de la industria en el continente facilitados a finales del pasado año. Así, si en la actualidad suman el 80%, en 2005 no se vendían módulos chinos en Europa, la proporción había crecido en 2009 hasta el 63% de las ventas. En total, la producción de módulos fotovoltaicos chinos suma aproximadamente el 64% a nivel mundial, el resto de Asia –incluido Taiwán– acapara el 16%, Europa el 11%, Japón el 5% y EEUU un 3%, según la consultora GTM Research.

En España, en los últimos dos años, casi el 90 % de los fabricantes han cerrado o están en concurso de acreedores, según la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que atribuye esta situación al “cerrojazo” legislativo de 2010 –cuando se limitaron por primera vez las horas con derecho a prima– y al resto de decretos “restrictivos” que se han sucedido desde entonces.

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Sobre la firma

Guillermo Vega
Corresponsal en Canarias y miembro del equipo de edición del diario. Trabajó en la Cadena Ser, Cinco Días y fue jefe de EL PAÍS Retina y de la sección de Tecnología. Licenciado en Ciencias de la Información, diplomado en Traducción e Interpretación y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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