Raghuram Rajan, el hombre de las crisis
Raghuram Rajan debe demostrar que es tan bueno gestionando las crisis financieras como augurándolas. Cuando era economista jefe del Fondo Monetario Internacional, Rajan fue un crítico clarividente del auge del crédito financiero, advirtiendo de sus riesgos “ocultos” ya en 2005. Su primera tarea como nuevo gobernador del banco central de la India será evitar la inminente crisis monetaria del país.
La rupia está en caída libre. Tocó un mínimo histórico frente al dólar el seis de agosto, justo antes de que el gobierno anunciara que Rajan, principal asesor económico del Ministerio de Finanzas, reemplazará presidente del banco central, Duvvuri Subbarao, cuando este termine su mandato en septiembre.
El primer desafío de Rajan será revertir rápidamente la actual estrategia del banco central sobre la divisa. En un esfuerzo por incentivar a los inversores a que mantengan su dinero en la India, el banco central diseñó en julio un aumento de los tipos de interés del mercado monetario y forzó una reducción de liquidez. Pero esos movimientos han aumentado los riesgos de una “desaceleración viciosa” de la economía, según un economista de Morgan Stanley.
Las dificultades de la rupia podrían dar lugar a una catástrofe crediticia si los costes de financiación aumentan
Hay más en juego, sin embargo, que algunos trimestres con un crecimiento inferior al 5%. Esta pequeña crisis monetaria podría convertirse en una catástrofe crediticia si los costes de financiación empiezan a subir de nuevo. Las dificultades que atraviesan las empresas y el aumento de los préstamos incobrables en un sistema bancario descapitalizado y dominado por el estado dan lugar a un cóctel tóxico.
Entonces, ¿cómo evitará Rajan el desastre? Se posiciona a favor del crecimiento, asegura una persona que asistió a una reunión entre él y economistas del sector privado cuatro días antes de que el banco central indio lanzara sus medidas de emergencia para cortar la expansión. Sin embargo, dadas las circunstancias actuales, Rajan tendrá que introducir controles de capital o ganarse la confianza de los inversores globales con un plan de reactivación del crecimiento del país. Rajan tiene unas importantes credenciales, y una personalidad encantadora. Lo que no tiene es tiempo.