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Columna
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Plutócrata de un clic

Jeff Bezos, ha confirmado la conclusión a la que llegaron los inversores hace bastante tiempo. La prensa en Estados Unidos y en otros mercados desarrollados ha dejado de ser un negocio atractivo –son juguetes para los plutócratas de hoy. La compra por 250 millones de dólares del Washington Post llevada a cabo por el fundador de Amazon ofrece un patrón para los últimos reductos de la industria.

La participación de Bezos en Amazon vale unos 23.000 millones de dólares. Por tan solo una pequeña fracción de esa cantidad, se ha hecho, para su disfrute personal, con la publicación que puso de rodillas al presidente Richard Nixon.

El gigante del comercio por internet y otros miembros de la clase de los más ricos pueden optar por asumir las pérdidas y centrarse en las porciones sobredimensionadas de prestigio e influencia que este negocio ofrece. Poseer un título como el Post es parecido a ser dueño de un equipo deportivo importante –aunque el perfil financiero de los periódicos es posiblemente más arriesgado ya que la publicidad está pasando de la página impresa a la menos rentable página digital.

La salida de la familia Graham, que respaldó a sus periodistas en su tenaz investigación del escándalo de Watergate, generará inevitablemente lamentos entre aquellos preocupados por las intenciones Bezos –bien en términos de reducción de costes o de búsqueda de influencia en Washington.

La también reciente venta del Boston Globe por el New York Times al dueño del equipo de béisbol Red Sox despertó dudas similares.

Bezos ha prometido que el periódico se seguirá debiendo a sus lectores. Puede que lo cumpla o no, pero lo que está claro es que trasladar un negocio que cotiza en bolsa y pierde dinero a la esfera privada de un multimillonario ofrece una oportunidad. La paciencia y la capacidad de soportar las pérdidas pueden ser justo lo que el Washington Post y otras publicaciones históricas que luchan por mantenerse a flote necesitan para garantizar el paso seguro hacia el futuro digital.

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