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El parado que baja los brazos

Sube el paro en 7.500 personas, baja la afiliación en 57.000. En términos desestacionalizados, son éstas las cifras del pasado jueves. Se suman a los datos de PMI (por debajo de 50) y ventas minorista como indicadores preocupantes. La estabilización de la crisis en el segundo trimestre no parece que conduzca de forma inexorable al crecimiento. Sería sorprendente, de hecho, que lo hiciese. Demasiados palos en las ruedas.

Ahora bien, el paro ha caído en 340.000 personas en cinco meses, como se encargó de adelantar el presidente del Gobierno en el debate en el que, presuntamente, explicó su papel en el caso Bárcenas. Entonces, ¿se crea empleo o no?

En primer lugar, no es lo mismo crear empleo que hacer bajar el paro. Las personas que emigran, vuelven a estudiar o dejan de buscar trabajo ya no son parados, pero no han encontrado trabajo. Y, en términos de paro registrado, las personas que dejan de estar apuntadas en las oficinas de empleo dejan, lógicamente, de estar registradas como paradas.

Así. mientras se ha reducido el paro registrado en 340.000 personas, la afiliación a la Seguridad Social ha crecido en 276.000 personas, unos 65.000 menos. Si vamos un poco más atrás, las diferencias se agrandan: en 12 meses, desde julio de 2012, el paro registrado apenas ha crecido en 111.000 personas, pero la afiliación a la Seguridad ha caído en 605.000. Casi medio millón de personas de diferencia en doces meses. Con datos de la EPA, la destrucción de empleo de junio a junio es de 633.000 personas.

Si a estos datos le añadimos el hecho de que los parados que cobran prestación están en el nivel más bajo desde 2004 (solo cobran el 62% de los parados), el panorama empieza a estar más claro: la crisis primero generó paro, pero ahora está empezando a expulsar a gente del mercado laboral. De hecho, en enero de 2010 el paro registrado y la EPA daban prácticamente el mismo dato: la diferencia era de 278.000 personas. Actualmente está en 1,3 millones. En este periodo de tres años y medio se han destruido 1,1 millones de puestos de trabajo.

Agotada la prestación, y sin perspectivas de encontrar trabajo, los parados se dan de baja del Inem. Si luego en la EPA aparecen como parados o no dependerá de cómo respondan al INE los consultados (es más sencillo decir que buscas trabajo que hacer la cola para seguir inscrito). El hecho no cambia, y es dramático por partida doble: por un lado, el tremendo lastre para la economía de la imposibilidad de recolocar a varios centenares de miles de personas y, por otro, la exclusión social de estas personas que, agotado el paro, no tienen ingresos.

Música contra la crisis. Buddy Holly, Oh boy.

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