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El Foco
Tribuna
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Más impuestos, menos consumo

Hace escasas semanas el gobierno comunicaba sus últimas medidas impositivas; entre las que se encontraban el incremento de los tributos del tabaco y el alcohol. Mal menor para un sector como el del gran consumo para el que el mayor peligro pasa, sin duda, por una nueva subida del IVA o una reclasificación de los tipos reducidos.

Sin embargo, la percepción de las empresas y de las asociaciones que las representamos es que sólo estamos ante una pequeña tregua. ¿Por qué? Porque la presión de Bruselas en esa dirección es tan fuerte que es imposible mantener la calma sabiendo, como sabemos, lo que nos jugamos en ello.

Basta un breve análisis de los efectos de las últimas medidas implantadas para darse cuenta de que el consumo no lo aguanta todo. Las sucesivas subidas de impuestos han ido reduciendo, cada vez más, la renta disponible y, como consecuencia de ello, el consumo ha caído notablemente, en especial desde septiembre de 2012, tras la última subida del IVA.

Las subidas de impuestos han ido reduciendo la renta disponible, y el consumo ha caído notablemente

De hecho, el impacto de este último incremento ha sido incluso peor de lo esperado. Si observamos la evolución de las ventas minoristas por años, en 2011 la caída fue de un 2,7% y en 2012 de un 5%. Pero si hacemos un pequeño zoom y miramos qué ha ocurrido por trimestres, vemos que en el primer trimestre del año pasado la caída fue de un 3%, en el segundo de un 4,8% y en el tercero de un 4,5% con un mes de septiembre ya muy negativo. En el último trimestre del año, a partir de la subida del IVA, la caída de ventas fue de un 7,2%, con un mes de diciembre particularmente malo. Por último, si analizamos lo que llevamos del 2013 la caída de las ventas minoristas hasta el mes de mayo son superiores al 6%. Por tanto, las caídas desde el mes de septiembre del 2012 cuando subió el IVA, han sido equivalentes a los peores momentos del 2009 cuando el PIB cayó cerca de un 4%. Esto significa que estamos en el peor momento de la crisis desde el punto de vista del gran consumo y que el debilitamiento de la demanda interna es un gran riesgo que, de ningún modo, podemos pasar por alto.

Además, la subida del IVA no ha hecho más que intensificar la caída de sectores vinculados a bienes duraderos y servicios como los de electrodomésticos y electrónica de consumo –que desde que se inició la crisis acumula caídas del 38,7% según GFK-, el textil con un -21,4% (ACOTEX) o la Ferretería con el -36%, según DBK.

Mención aparte merecen la hostelería y el turismo, un pulmón económico para España que, desde luego, no podemos castigar más. Según un estudio realizado para la FEHR por el profesor Manuel Figuerola -antes de la última subida del IVA- un hipotético cambio del tipo reducido (en ese momento el 8%) al tipo general (21%) hubiese supuesto una caída de la producción del sector de en torno al 11% y la destrucción de unos 130.000 empleos, el 9% del total del personal de la hostelería. A pesar de que ese escenario no se produjo, al mantenerse un tipo reducido, la caída del consumo en bienes y servicios turísticos y hoteleros ha supuesto la destrucción de unos 70.000 empleos.

¿Estamos contemplando todas esas variables?, ¿Conocen verdaderamente en Europa los efectos reales que para nuestra economía presentan las medidas propuestas?

Queremos tenderle una mano al gobierno en la búsqueda de medidas menos lesivas

Si hay algo que no ofrece dudas es que las subidas de impuestos como el IVA reducen drásticamente el consumo y nos abocan al círculo vicioso del desempleo, a la destrucción de puestos de trabajo en sectores como la industria agroalimentaria, el comercio, la hostelería y el turismo que, en conjunto, representamos el 27% del PIB nacional. Sin duda tenemos un importante papel a la hora de liderar la recuperación económica de nuestro país pero, para ello, necesitamos que se nos escuche.

Hay que recordarle a Bruselas que contar con un tipo de IVA reducido de un 10% en hostelería y turismo no significa que estemos en la franja baja del impuesto. En realidad, el tipo medio reducido en los países de la Unión Europea se sitúa en el 9,2% (UE-27), de modo que en realidad España está por encima de la media de los tipos reducidos de nuestro entorno económico.

Hay que informarles de que la situación que atravesamos es tan grave que, por primera vez desde que nos alcanza la memoria, las ventas de alimentación no sólo han caído en valor sino también en volumen. Es decir, el consumidor español no sólo está comprando más barato sino que, el pasado año, ha comprado menos; menos kilos, menos litros de productos y de bienes tan básicos como son los de la alimentación.

Por ello, no podemos quedarnos de brazos cruzados y todas las organizaciones que integramos al gran consumo, el comercio, la distribución organizada, el turismo y la hostelería (AECOC, ACES, ANGED, ASEDAS, CEC, CEHAT, Cooperativas Agroalimentarias, FEHR, FEHRCAREM y FIAB) queremos tenderle una mano al gobierno en la búsqueda de medidas menos lesivas y que nos permitan reactivar el consumo.

Nos encontramos inmersos en un bucle peligrosísimo. Sólo la creación de empleo va a permitirnos reactivar el consumo porque es imposible que éste remonte en un país en que la pérdida de poder adquisitivo es continua y en el que la renta disponible en los hogares ha caído en picado en los últimos tres años (-4,8% en 2010, -3,3% en 2011 y -5,3% en 2012). El problema es que los sectores que podríamos ser generadores de empleo no sólo no vamos a poder crearlo sino que, lamentablemente, se destruirá si las medidas que se imponen inciden directamente en la reducción del consumo.

Las empresas, grandes y pequeñas, y las organizaciones empresariales que las representamos estamos decididos a no escatimar esfuerzos para ayudar a la recuperación económica de nuestro país. En primer lugar por la responsabilidad que nos corresponde como tejido empresarial y, en segundo, porque nos va la vida en ello. Ahora bien, el IVA no se puede tocar.

Francisco Javier Campo es presidente de AECOC

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