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Columna
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Un aperitivo reformista

El banco central de China acaba de abrir el apetito de los que piden reformas. El Banco Popular del gigante asiático dijo el viernes que desde entonces permitirá a las entidades financieras prestar tan barato como deseen, quitando el suelo del 6% para los préstamos a un año. Todo apunta a una liberalización de los tipos de interés, pero es solo para abrir boca.

Unos pocos afortunados tendrán ahora acceso a créditos más baratos. Alrededor del 15% de las entidades conseguirán tipos por debajo del índice de referencia. Son sobre todo clientes conectados como las grandes empresas públicas y las entidades gubernamentales. Si son capaces de hacer que los tipos de interés bajen, ello debilitaría la rentabilidad de los bancos.

Los bancos no pueden prestar más de un 75% de sus saldos de depósitos, e incluso esos préstamos están sujetos a cotizaciones informales. Eso deja pocos recursos para el crédito tradicional –y un precio en consecuencia. El banco central ya relajó un poco los tipos en junio de 2012. Y, sin embargo, de acuerdo con los datos de Credit Suisse, un año después, los ocho mayores bancos cotizados continuaban logrando el mismo 2,6% de margen de interés neto.

En la auténtica clave, la liberalización de los tipos de los depósitos, parece que no va a haber cambios. Los ahorradores de China ganan un mero 3% de su dinero al año, poco más que la inflación oficial. Así que el pasivo del balance de los bancos seguirá siendo el mismo, y los ahorradores todavía anhelarán que haya activos alternativos como la propiedad.

Las mayores reformas se están produciendo a hurtadillas en el llamado sistema bancario de China en la sombra, que Standard & Poors cifra en 3,7 billones de dólares el año pasado. Este sistema ya está emparejando los prestatarios y prestamistas con los tipos de mercado, lejos de los balances visibles de los bancos, creando una financiación muy necesaria, pero que también tiene unos riesgos incalculables. Se está gestando un big bang en China, pero no lo está haciendo el Banco Popular del país.

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