Europa busca que la banca equilibre su balance entre créditos y depósitos
El Banco de España no ha fijado un rango, pero ya tiene en cuenta este índice Bruselas intenta evitar que la banca vuelva a tener problemas de liquidez
Europa busca fórmulas para armonizar los diferentes ratios que afectan a la banca tanto de solvencia como de liquidez. Y uno de ellos es el ratio de créditos sobre depósitos, que mide el grado de apalancamiento de una entidad. Bruselas estudia pedir un rango común para toda la banca entre lo que presta y lo que capta en pasivo, que se acerque lo más posible a 100%. Intenta que el sector sea más autosuficiente en su financiación y dependa menos del mercado mayorista.
No es un proyecto de hoy para mañana, pero Europa ya ha comenzado a trabajar para recomendar a toda la banca un ratio que se acerque lo más posible a 100% entre los prestamos que concede un banco con el volumen de depósitos de clientes que posee el propio banco. Aunque muy poco utilizado hasta hace un par de años como referente de la salud de una entidad financiera, la falta de liquidez y las dificultades para que la banca se financiase por la que ha atravesado el mercado internacional en general y el español en particular ha elevado al loan to deposit (LTD) como un indicador cada vez más soliticado por los analistas y por las autoridades supervisores.
Así, un índice del 100% significa que esa entidad financiera tiene concedidos como préstamos exactamente el mismo volumen que mantiene como depósitos minoristas. Un ratio del 150%, por el contrario, significa que ese banco centra su estrategia en la concesión de créditos y su nivel de apalancamiento es bastante elevado al prestar un 50% más que lo que capta en depósitos.
Es por esta razón por la que Bruselas busca que todos los bancos tengan un balance equilibrado entre lo que presta y lo que capta, lo que demuestra la salud de estas entidades.
Los test que realizará la Autoridad Bancaria Europea (EBA) durante el primer semenstre del próximo año tendrán en cuenta el LTD, explican varias fuentes financieras, que aseguran que tras esta prueba, la idea de Europa es incluir este ratio como una exigencia. Las mismas fuentes explican que lo lógico es que se establezca un rango del que no se pueda pasar si no se quiere incurrir en penalización, pero que no se establecerá un LTD estático, ya que hay que tener en cuenta las características de cada banco, cada país y cada ciclo económico.
La supervisión única europea que realizará el Banco Central Europeo (BCE) a partir de la mitad del próximo año, si no hay más retrasos, será, según un directivo de un destacado banco español, el momento en el que se iniciará la armonización de una gran parte de los criterios normativos que aún difieren en materia de supervisión entre unos países y otros.
El director financiero de un banco mediano asegura que España e Italia son los países que tradicionalmente han tenido más elevado este ratio al ser bancos muy apalancados, tendencia que desde que estalló la crisis ha ido descenciendo. Varias fuentes financieras coinciden en recordar, de hecho, que pese a que no existe un ratio establecido tampoco por parte del Banco de España, “desde hace algún tiempo el supervisor español tiene muy en cuenta el LTD, de ahí que ahora casi todos o todos los bancos lo incluyamos en nuestras presentaciones de resultados y destaquemos lo que ha ido descendiendo en los últimos ejercicios”. Y es que ratios inferiores al 100% se corresponden a bancos con políticas mas conservadoras, con más depósitos que créditos.
Como ejemplo, uno de los primeros bancos europeos en caer cuando se inició la crisis financiera, el británico Northern Rock, llegó a tener un LTD del 300%, es decir, que tenía en su balance 3 veces mas de préstamos que de depósitos.
Ante el cierre del mercado interbancario, casi todas las entidades españolas comenzaron a trabajar para ganar en depósitos y depender menos de la financiación exterior. A ello se ha unido el cierre del grifo al crédito, lo que ha provocado también un gran desapalancamiento de los bancos.
Los bancos españoles tenían a finales de 2007 un ratio medio del 173% frente al 123% de la banca europea. Ahora la media se ha acercado a la baja.