Sacyr confía en quitarse este año el lastre de Vallehermoso
Tantea distintas ofertas de fondos y una quita de deuda con la banca acreedora Confirma la próxima venta del rascacielos parisino Tour Adrià El presidente Manrique espera cerrar el año con beneficios
Sacyr espera encontrar soluciones para recortar este mismo año la mayor parte de la deuda que aporta la filial inmobiliaria Vallehermoso. El presidente del grupo de infraestructuras, Manuel Manrique, ha confirmado esta mañana, en rueda de prensa previa a la junta de accionistas que se celebra mañana jueves, que ha recibido muestras de interés de distintos inversores, al tiempo que analiza con los bancos acreedores fórmulas de dación en pago. "El calendario de las operaciones no depende de nosotros", ha explicado Manrique, quien añade que se están negociando quitas con la banca. Semanas atrás salió a la luz pública el interés del fondo Lone Star, que Manrique no ha desmentido.
Vallehermoso cuenta con un stock de 600 viviendas, desde las más de 7.000 que tenía en el arranque de la crisis. El problema, sin embargo, está en el suelo que acumula la compañía. El valor de los activos en libros está ligeramente por encima del volumen de deuda. Respecto a otros procesos abiertos, tras la desinversión de la patrimonialista Testa en el Sabadell Center de Miami, se están dando los pasos definitivos para la desinversión en la torre parisina Adrià.
El primer ejecutivo de Sacyr ha resaltado el carácter "amigable y constructivo" de su empresa al hablar de su relación con los acreedores de Vallehermoso o de la posición en el consejo de Repsol, donde la constructora es segundo accionista con el 9,5% del capital. Respecto a la reunión del consejo de la petrolera que tendrá lugar esta tarde, Manrique dice desconocer si existe alguna propuesta de paz con YPF: "No tengo constancia de la existencia de un plan de Pemex, de Argentina o de Antonio Brufau. Iremos al consejo y si hay alguna propuesta al respecto la estudiaremos y trataremos de buscar lo mejor para Repsol", ha afirmado en repetidas ocasiones ante la insistencia de los periodistas.
Manrique también ha vuelto a referirse a la posición "estable" de Sacyr en el capital de Repsol y afirma que sólo la viabilidad e interés de la propia Sacyr están por encima de ese deseo de permanencia en el capital del grupo energético. La prensa ha interrogado al ejecutivo sobre un posible cambio de caras entre los representantes de Sacyr en el consejo de Repsol, donde actualmente se sientan el propio Manrique y José Manuel Loureda. Al parecer no hay nada previsto. Ante la posibilidad de que el primer accionista de Sacyr, Demetrio Carceller, tuviera interés en relevar a Loureda, Manrique ha recordado que el primero es presidente de la firma de hidrocarburos Disa: "No hemos estudiado en profundidad si hay incompatibilidad o no", ha señalado.
Mensaje a los accionistas
El presidente de Sacyr se dirigirá mañana a sus accionistas poniendo en valor la creciente internacionalización del grupo en sus labores como constructora de obra civil e industrial,así como en su faceta de concesionaria. El 55% de su cartera de negocios, 22.127 millones de 40.000 millones, está firmado fuera de España, con un Ebitda implícito de 15.500 millones. Sólo en el negocio de la construcción, el 80% de los 6.000 millones en contratos por ejecutar vienen del exterior, frente al 51% de 2008.
El otro mensaje clave reside en la evolución del accionariado hacia un menor núcleo duro y un mayor capital flotante. El 74% de las acciones estaban representadas en el consejo por dominicales hace justo un año, por el 44% actual tras la salida de Luis del Rivero, Juan Abelló y o las cajas. Este cambio de perfil, con la incorporación de fondos internacionales, obliga al consejo a elevar el número de independientes: lo previsto es que se cubran al menos tres de las cuatro vacantes producidas tras la marcha del citado Abelló y de NCG, aunque Manrique ha eludido ofrecer detalles al respecto. A día de hoy, Sacyr cuenta con dos independientes en su órgano de decisión.
Otras claves en el discurso de la junta estarán en el objetivo de recorte de deuda corporativa, hoy de 360 millones, y en el recorte de lo que el grupo paga por sus créditos: "El año pasado recortamos un 25% el coste financiero y este año ya acumulamos un rebaja del 20%", ha destacado el presidente.
Descartada una ampliación de capital
El presidente Manrique ha sido taxativo esta mañana al rechazar cualquier posibilidad de que se aumente capital este año más allá de la ampliación liberada (una acción nueva por cada 20 antiguas) para remunerar a los accionistas. El ejecutivo ha recordado que Sacyr tuvo una reciente ampliación de 500 millones y estima que en estos momentos no es necesario pasar por un proceso semejante.
En cuanto a previsiones económicas, Manuel Manrique se ha limitado a señalar que espera un cierre de año en beneficios y un rendimiento operativo que se mantenga en la línea del 15% para un grupo que cerró 2012 con fuertes pérdidas por el efecto del test de deterioro de la participación en Repsol, "tras la injusta expropiación de YPF", y las provisiones por activos inmobiliarios.
Sacyr ha valorado esta mañana su buena evolución en bolsa a lo largo de 2013, con una subida dfel 33% frente a la caída del 7% del Ibex. "Hemos estado mucho tiempo en el subsuelo. Esto ha cambiado y esperamos crecer en bolsa de manera estable", ha declarado Manrique. La cotización está en el entorno de los 2,20 euros y el consenso de los analistas ofrecen un potencial de crecimiento del 41,2%, hasta los 3,10.