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Los pequeños ya no tienen miedo a salir de casa

China, Bielorrusia, Alemania o Panamá son algunos destinos que buscan los despachos para coger músculo

Son cinco los que aquí comparten su experiencia con los lectores, pero bien podrían haber sido muchos más. Como en otros ámbitos de la actividad del negocio legal, los llamados pequeños despachos o boutiques jurídicas despliegan también fortaleza, know how y solvencia en la internacionalización de su actividad y, con ello, en el asesoramiento y acompañamiento de las empresas españolas, muchas de ellas pymes, a través de esta vía de negocio.

De China a Bielorrusia o de Alemania a Panamá pasando por Colombia hay emprendedores del sector legal español que están ofreciendo oportunidades a empresas que, de su mano, ven un alivio a la falta de oxígeno de la economía española. Comparten estos despachos llevar en su ADN fundacional vocación de internacionalización, rechazando que expandirse esté reservado a los más grandes, creyendo que el saber hacer y el conocimiento que han desarrollado vale tanto como para exportarlo y, así, abrir las puertas a otras empresas españolas.

¿Qué valor añadido puede ofrecer una firma pequeña ante la capacidad de una big four? Todos coinciden en que una clave principal de su éxito está en la cercanía y accesibilidad que se ofrece al cliente y la otra, en el conocimiento y solventes contactos que tienen en los países donde actúan. En esto dicen que trabajan “con comodidad, aunque nademos entre grandes peces", en palabras del socio director de MMYA Abogados y promotor de la plataforma de reclamaciones online Indemnicar, Jesús Mateo.

Para un cliente, acompañarlo desde su casa, en el viaje, en la operación y que luego pueda visitar a su abogado en cualquier momento vale mucho, reconocen estos despachos emprendedores.

Directorio

-Cortizo Abogados.China y sureste asiático. www.cortizoabogados.com

-Austral Consulting.Alemania y América Latina.www.australconsulting.es

-Brenes Abogados.Panamá y América Latina.www.brenesabogados.com

-Sánchez-ButrónAbogados.Kazajistán, Bielorrusia y Rusia principalmente.www.sanchezbutron.com

-MMYA Abogados.Colombia y limítrofes.www.mmyaabogados.com

Cortizo Abogados es una joven firma nacida en 1999 que, con oficinas en Madrid, Santiago de Compostela y Pekín, siempre ha tenido “vocación de globalidad", explica su socio Víctor Cortizo, quien cree que “la internacionalización es una actitud”. Llevan ya siete años en China –aunque mantiene que lo propio es hablar de “una parte de China"– y dicen haber alcanzado un conocimiento del país bastante considerable, “no solo de su sistema jurídico, que por supuesto es diferente, sino sobre todo de la práctica de las relaciones humanas y comerciales”.

Este abogado tiene claro que lo que hace que un cliente los prefiera a una gran firma internacional es que “minimizamos sus miedos, viajamos con él, hacemos un seguimiento desde España y no lo hacemos depender de lo que digan un abogado chino o inglés con quien, a lo mejor, no se entiende".

Una filosofía que comparte Cayetano Sánchez-Butrón, socio director de Sánchez-Butrón, bufete fundado en 1995 y especializado en Derecho urbanístico e inmobiliario, que ha elegido las antiguas repúblicas soviéticas (Kazajistán, Bielorrusia y la propia Federación Rusa, principalmente) para desplegar, sin descartar otras áreas, su aptitud a la internacionalización. “Elegimos estos países porque ofrecen enormes oportunidades de negocio y buenos niveles de seguridad jurídica", y la dificultad que supone la menor relación cultural, histórica o lingüística se ve compensada por “la menor competencia que encontramos".

Un largo viaje que viene con billete de vuelta dado que, al ser ya un actor reconocido, hace “que también inversores locales recurran a nosotros para situarse en España", porque, dice Sánchez-Butrón, “internacionalizar es una actitud, querer hacerlo es lo importante". Eso y saber que el asesoramiento legal que reciben es “de la misma calidad al menos que el que pudieran recibir en cualquier firma internacional o de gran dimensión", asevera el letrado alicantino.

Al otro lado del globo se ha ido Brenes Abogados, un clásico de la abogacía en el madrileño barrio de Salamanca, abriendo despacho en Panamá junto a socios locales –“la legislación panameña no permite a extranjeros ejercer directamente", aclara Juan José Brenes–. “No estamos interesados en Brasil u otros países grandes. Panamá nos permite conocer dónde y con quién trabajamos y es plataforma para otros países seguros como Colombia o Perú", explica Brenes. También “el posicionamiento estratégico de Panamá como centro logístico de mercancías, pero sobre todo el desarrollo de grandes proyectos en materia medioambiental o urbanística" son muy atractivos para clientes que lo que encuentran en este despacho es “un trato exactamente igual que el que recibirían para un negocio en España", añadiendo el valor de contar con “profesionales de un reconocimiento y prestigio absolutos en el país", entre los que se encuentran antiguos jueces o exministros. Así, “quien recurre a nuestros servicios se ve reconocido en una forma de tratar sus asuntos que le resulta cómoda o familiar". En definitiva, resume Juan José Brenes, “le damos al cliente lo que el cliente nos pide aquí o allí, con idéntica calidad y forma de trato". Y no es que en aquellos países sean peores los servicios propios. “Es que las formas de prestarlos son diferentes".

Rompiendo tópicos, Austral Consulting opera hoy directamente en Alemania. Primero en Toledo y después en Madrid, el siguiente paso que ha impulsado su fundador y socio director, Andrés Salinas, es crecer en Alemania con un modelo de negocio propio, con profesionales que ejercen en ambos países y atienden en ambos idiomas. “El empresario español debe sacudirse el miedo a salir fuera. Eso no se corresponde con nuestra historia", comenta Salinas. “El mercado alemán no es una bicoca, por supuesto, pero es un mercado muy abierto, que funciona muy bien y es una apuesta muy segura para nuestras empresas", particularmente las del sector alimentario, de servicios o incluso siderúrgicos.

Andrés Salinas se muestra orgulloso de defender el prestigio de lo que se hace en España, pero le gustaría que “peleáremos más por romper tópicos que a veces somos culpables de propagar. La cerveza y las salchichas alemanas son excelentes, pero a Alemania la conocemos por su eficiencia industrial y por su tecnología", sentencia.

Para todos ellos la Marca España es un valor a defender y que tiene, más allá de campañas o promociones, un arraigo en el exterior. “Muchas de nuestras pymes han desarrollado productos, servicios o tecnología de gran valor que son exportables con la ayuda y el soporte legal y comercial adecuado", enfatiza Víctor Cortizo, y en la misma línea, Jesús Mateo, de MMYA Abogados, se congratula del valor con el que en otros lares “se reconoce la rigurosidad y desarrollo del sector legal español", cuya experiencia resulta “muy atractiva" en países en crecimiento o apertura de mercados.

Al alcance de muchos

Sin recurrir al manido tópico del tamaño, en este caso coinciden todos los pequeños despachos consultados en que no hace falta exhibir un músculo anabolizado para poder internacionalizarse y crecer fuera de España. Eso sí, si hay que ir, como dice el chascarrillo, que no sea para nada.

“Si en un sector tan difícil como es el legal", mantiene Jesús Mateo, de MMYA, “nos atrevemos con éxito a expandirnos en países como, en nuestro caso, Colombia, cientos de buenas empresas españolas de cualquier actividad pueden hacerlo". Eso sí, recalca, “con un buen asesoramiento legal".

Entre 2 y 50 millones de euros es la facturación tipo de las empresas que nuestras boutiques posicionan en el extranjero. Aunque “lo importante no es cuánto facturen, sino que sepan a qué van", según Víctor Cortizo, explicando que prefiere “renunciar a una operación que llevar a un cliente a China cuando solo pretenda beneficio a corto plazo. China es mucho más interesante para la pyme por su know how y su agilidad, mucho más que la gran empresa". Coincide en el planteamiento Cayetano Sánchez-Butrón, que no es el tamaño de la empresa, sino “querer internacionalizarse como estrategia", de lo que depende el éxito de la apuesta.

“El beneficio a corto plazo no existe, no se gana desde el primer minuto y el empresario debe tenerlo interiorizado". En definitiva, como remacha Andrés Salinas, de Austral Consulting, “con miedo no se va ningún sitio". Y como todos los miedos tienen su salvavidas, también coinciden nuestros pequeños internacionales en desaconsejar emprender nuevos caminos extramuros por la simple posibilidad de obtener alguna ayuda o subvención pública.

“Si es por eso, que se eviten el viaje", sentencia Cortizo, ampliando que esas ayudas vendrían bien en “una fase de expansión o consolidación del negocio", nunca al inicio. Sírvanos su ejemplo de que “antes de ir a vender 50.000 botellas de vino es mejor hacer crecer la bodega para que produzca 500.000”, pensando en la exportación.

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