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Tampoco precisará conexión cada 24 horas

Microsoft rectifica y la Xbox One permitirá los juegos de segunda mano

La compañía, presionada por Sony, modifica la política de uso de su nueva consola en apenas siete días

Un asistente esperan para jugar World of Tanks con la consola Xbox One durante la Feria E3 en Los Ángeles, California (EE.UU.)
Un asistente esperan para jugar World of Tanks con la consola Xbox One durante la Feria E3 en Los Ángeles, California (EE.UU.)MICHAEL NELSON (EFE)

Una rectificación en toda regla y en apenas 7 días. Microsoft, presionada no solo por la dura competencia de Sony y su nueva PlayStation 4 sino también por la avalancha de críticas vertidas por los usuarios, se ha visto obligada a modificar su política de uso de Xbox One, la consola de nueva generación que comercializará a partir del próximo mes de noviembre. El gigante del software aclaró que, en contra de lo que habían anunciado la semana pasada en la feria E3 de Los Ángeles, no habrá restricciones a los juegos de segunda mano, no será necesario conectar a internet la consola una vez cada 24 horas para que funcione y tampoco habrá protección regional (es decir, que un mismo juego se podrá jugar en cualquier parte del mundo).

La marcha atrás de Microsoft es como apunta la web tecnológica Gizmodo, “una de las rectificaciones más increíbles de la industria de los videojuegos en años”. El encargado de anunciar los cambios fue Don Mattrick, presidente de la división de Entretenimiento de Microsoft, que agradeció las críticas y aseguró que la Xbox One será capaz de dar lo mejor del mundo offline y online.

Más flexibilidad

“Nos habéis dicho cuánto os gusta la flexibilidad que tenéis hoy con los juegos distribuidos en discos. La capacidad de prestar, compartir y revender los juegos a vuestra discreción es de una importancia increíble para vosotros. También lo es la libertad de jugar sin conexión a internet”, reconoció Mattrick, que aseguró que con la Xbox One “compartir los juegos funcionará igual que hoy, simplemente se comparte el disco. Mientras, los títulos descargados no pueden ser compartidos o revendidos”, explicó Mattrick.

Algunos expertos como Markus Persson, creador de Minecraft, mostraron su satisfacción con los cambios a través de Twitter: “No esperaba que Microsoft hiciera algo así. Me impresiona y me hace feliz a la vez. Ahora, lo único que queda es que se pueda desconectar Kinect de la consola”. También la cadena de tiendas GameStop calificó de “buenas noticias” que Xbox One cambie su modelo de negocio. “Damos la bienvenida al anuncio de Microsoft. Es una gran noticia para los jugadores; aplaudimos a Microsoft por entender a los consumidores”.

Pero no todo el mundo ha visto bien la decisión. Cliff Bleszinzki, creador de Gears of War, está convencido de que “la ausencia de DRM potenciará la inventiva de las editoras, que buscarán nuevas formas de conseguir beneficios”.

Cómo se mantiene la lucha con Sony y la PS4

Tras los cambios anunciados por Microsoft, las diferencias entre las políticas de uso de esta compañía y de Sony con sus nuevas consolas se acortan, aunque sigue habiendo diferencias entre ambas. Así, el precio sigue siendo un punto clave. Mientras la Xbox One saldrá al mercado por 499 euros en noviembre, la PS4 se lanzará a final de año (no hay fecha concreta, aunque sí estará para la campaña de Navidad) por 399 euros.

En el caso de Microsoft, el precio incluye la Kinect, que viene de serie. Por contra, la PS4 no incluye la cámara, llamada PS4 Eye, así que el usuario que la quiera deberá abonar 49 euros extra.

Otro elemento clave estará en los juegos. Y parece que Microsoft estrenará su nueva consola con más juegos en exclusiva que su rival.

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