'Scrip dividend', la fórmula para contentar al accionista
El pago en acciones ha aumentado de 120 millones de euros de 2006 a los 9.298 millones La gran mayoría de accionistas opta por el pago en títulos y no en metálico
A simple vista, la Bolsa española ha logrado sortear una profunda crisis financiera que dura ya más de cinco años con la remuneración al accionista casi intacta. Las empresas se han esforzado, en la medida de sus posibilidades, por no romper el vínculo que supone el reparto de dividendo y que es sin duda uno de los criterios más apreciados a la hora de invertir en Bolsa.
En especial, las grandes empresas, que han encontrado en la vía del scrip dividend la fórmula con la que continuar ofreciendo una remuneración a sus accionistas, aunque ya no fuera a través del tradicional pago en metálico sino dando la opción de recibir, en lugar de ese abono efectivo, acciones de la compañía. Y la fórmula, pese a que supone una dilución para el accionista y la renuncia a un cobro en dinero contante y sonante, está cuajando. En parte porque tiene un tratamiento fiscal que, de entrada, puede parecer más ventajoso –no hay retención a cuenta y la tributación se materializa al vender el título– y en gran medida también porque el accionista que desea la opción del pago en efectivo debe comunicarlo expresamente. De lo contrario, se presupone su preferencia por el cobro en acciones.
El éxito del scrip dividend, por el que el año pasado optaron ya 21 compañías de la Bolsa española, frente a las 12 del año anterior o las 4 del año 2010, es una de las claves del favorable retrato del mercado español en cuanto a la remuneración al accionista, según el informe realizado por el Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados de Españoles (BME).
La fórmula del scrip dividend ha servido como “escudo contra la crisis”, en palabras de Domingo García, director del servicio de estudios de BME y autor del informe. En su opinión ha sido la clave para que, “a pesar de que la situación sea difícil y los resultados no acompañen, se mantenga la remuneración a los accionistas con fórmulas imaginativas”. A_pesar de que tenga el inconveniente de no ser un pago en metálico y de que, en cuanto a la fiscalidad, no permitan la exención por los primeros 1.500 euros cobrados que sí disfrutan los dividendos tradicionales.
El informe elaborado por BME recoge hasta 19 fórmulas diferentes de remuneración al accionista. Más allá del dividendo en efectivo y del scrip dividend, surgen alternativas como la reducción de capital mediante la amortización de acciones de la autocartera –empleada por Service Point Solutions– o la ampliación de capital con la emisión de acciones liberadas con cargo a reservas y a prima de emisión, como es el caso de Abertis. El scrip dividend se ha convertido en la fórmula predilecta de la banca española y de compañías como Iberdrola, pionera en su puesta en marcha en España.
El 51% sobre el pago en efectivo
El pago en acciones ha aumentado desde los apenas 120 millones de euros que suponía en el año 2006 a los 9.298 millones de euros de 2012, en que esta vía supuso el equivalente al 51% de lo pagado en efectivo a los accionistas. Además, su cuantía se duplicó con creces respecto al ejercicio de 2011, en que ascendió a 4.350 millones de euros.
En cuanto a la preferencia de los accionistas a los que se da a elegir en el scrip dividend, una mayoría creciente opta por las acciones: 8.865 millones de euros frente a 4.341 millones en efectivo en 2012.