La gran expansión de las universidades privadas
Los centros de enseñanza destacan por su nivel de internacionalización y su relación con las empresas
Estar ligada al Estado o a la Iglesia eran las dos únicas opciones que se contemplaban para la universidad en España hasta principios de los años noventa. Estas instituciones de educación superior no se concebían hasta entonces como un proyecto empresarial, y no ha sido hasta las últimas dos décadas, después de la aprobación de la Ley de Reforma Universitaria de 1983, cuando han vivido su gran expansión.
La enseñanza privada tiene una larga tradición en países como los anglosajones, pero su historia aquí es todavía muy corta. Sin embargo, ha ido ganando alumnos en los últimos años: alrededor del 11% de los universitarios de España eligieron el curso pasado una institución de estas características.
La primera universidad privada no vinculada a la Iglesia fue aprobada por las Cortes en 1993. Se trataba de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX), en cuyas aulas se han titulado ya unas 25.700 personas. Su vicerrectora de relaciones internacionales e institucionales, Iris Núñez Trébol, plantea que en los últimos años este tipo de instituciones “han acumulado el prestigio suficiente como para competir con los centros públicos, a pesar de que el esfuerzo económico que debe hacer el alumno o su familia es superior”. Por su parte, Miguel Carmelo, presidente de la Universidad Europea de Madrid –la primera privada por número de estudiantes en España– y consejero delegado de Laureate International Universities Europa, considera que cada vez más jóvenes ven la educación como una inversión y, por ello, se deciden por este modelo.
El dato
En menos de 30 años, España ha pasado de tener 34 universidades a 76, tanto públicas como privadas ode la Iglesia.
Frente a la tradición e historia de otras universidades, las privadas españolas defienden su juventud. Carmelo asegura que ello ayuda a la institución a “mantener un espíritu innovador en la búsqueda de la excelencia, así como a ser más dinámicos y flexibles”. La internacionalización, la vinculación con la empresa y sus modernas infraestructuras son las otras grandes bazas de estos centros.
Las universidades relacionadas con la Iglesia, como la Pontificia de Salamanca o la Pontificia de Comillas, no han querido quedarse atrás en esta carrera. Su caso es diferente, ya que no son instituciones puramente privadas porque no tienen ánimo de lucro, pero tampoco pertenecen al Estado y, por tanto, precisan cubrir sus necesidades económicas con el dinero de las matrículas.
Cerca del 11% de los estudiantes eligieron el curso pasado instituciones privadas
Se han fundado nuevas instituciones y las que ya existían se han adaptado a los nuevos tiempos ampliando estudios. Es el caso de la Universidad de Deusto, que cuenta con más de 100 años de historia. Roberto San Salvador, su vicerrector de comunicación, se hace eco de los que opinan que “Deusto se ha transformado más en los últimos seis años que en todos los anteriores”. El crecimiento del papel de la investigación y la instalación del Espacio Europeo de Educación Superior han permitido a esta universidad sortear la crisis y continuar aspirando a conseguir la excelencia académica.
De cara al futuro, todas confían en seguir avanzando para ofrecer una formación de calidad y facilitar la inserción de los estudiantes en el mercado laboral. “Los alumnos necesitan poder incorporarse con confianza a los puestos para los que se han preparado”, sentencia la vicerrectora de la UAX.