Me gusta conducir... entre otras cosas
Las marcas apuestan por el coche como gran centro multimedia y tecnológico
Los elevalunas eléctricos, el cierre centralizado o el aire acondicionado eran utilizados como reclamo publicitario por parte de las marcas para atraer a los clientes a sus nuevos modelos. No hace tanto tiempo de ello. Ahora, no hay coche nuevo al que no pueda añadirse una pantalla táctil, un equipo de sonido digital o sistemas de aparcamiento automático. Pero la revolución tecnológica sobre cuatro ruedas solo acaba de empezar.
La compañía tecnológica Nvidia sostiene que la venta de chips para automóviles se doblará cada año hasta alcanzar los 1.000 millones de dólares anuales. Las pantallas, sistemas avanzados de navegación o de entretenimiento ya son comunes en las gamas más altas y exclusivas, pero la aparición de un cliente que vive pegado en su día a día al smartphone hará aumentar la demanda de estos equipos, de tal forma que serán ofrecidos también en los coches más baratos.
Así lo ve Dan Akerson, consejero delegado de General Motors: “vemos una oportunidad irresistible en el deseo de la gente de estar conectada en cualquier sitio”. Según un estudio, los norteamericanos dedican dos horas y media a su smartphone o tableta al día, y pasan 15 horas en un coche a la semana:_“une ambos y tienes una ‘megatendencia’”, afirma. “Vemos al automóvil como la próxima gran plataforma tecnológica, y con mejores baterías que un iPhone”. Precisamente, Apple ha tomado nota.
Los retos de futuro en el sector de la automoción
Emisiones: un punto polémico y que también afecta a la tecnología. Europa quiere un límite de 65 g/km de CO2 para los coches nuevos desde 2025. En la actualidad, se considera una muy baja emisión la que no supera los 100 g/km.
Eléctricos: un gasto muy elevado que tardará tiempo en rentabilizarse, con grandes inversiones en última tecnología.
Estrategia 2020: la Unión Europea quiere que la industria genere el 20% de suPIB para ese año. El automóvil será clave para lograrlo.
La compañía de la manzana incluye en su nuevo sistema operativo iOS7 una opción para trasladarlo a la pantalla táctil del vehículo, y disponer en ella de los mensajes, correos eléctronicos y demás amplicaciones instaladas en el iPhone o iPad, sin necesidad de despegar las manos del volante al utilizar Siri, el sistema de voz de Apple. Esto permitiría a los fabricantes introducir dispositivos más baratos al no tener que desarrollar sus propios sistemas operativos. Marcas como Opel, Nissan o Mercedes ya trabajan con Apple.
Otras, como Renault, han desarrollado su propio sistema, en este caso el R-Link, que en una pantalla táctil centraliza todos los servicios: teléfono, equipo multimedia, navegador, medidor de emisiones o del consumo de combustible. Incluso General Motors ya tiene el suyo en marcha, el llamado OnStar. Pero quiere ir más allá. “Necesitamos una mayor vía para llevar datos al coche. Y esa vía es el 4G LTE”. Una red que multiplicaría la velocidad de conexión móvil a internet.
Esto permitiría al conductor, con solo utilizar la voz, realizar compras, tener una información de tráfico actualizada al instante, enviar y recibir mensajes de una forma más rápida y, por ejemplo, reproducir videos en streaming en los asientos traseros y tener una fuente inagotable de películas para entretener a los niños. GM equipará todos sus vehículos con 4G a partir del año que viene.
Unos avances que tendrán que convivir con la seguridad vial. La distracción al volante es una de las mayores preocupaciones de las autoridades de tráfico y uno de los principales motivos de accidente. Pero los fabricantes sostienen que la inclusión de esta tecnología no impide que el conductor esté atento al volante y a la carretera.
Salvada esta cuestión, la tecnología juega un papel clave en la seguridad vial. A los últimos elementos de seguridad activa ya conocidos, como el detector de cambio de rail o de la distancia de seguridad, se añaden otros como el eCall, de obligada instalación desde 2015 para los nuevos coches según ha decidido la Unión Europea. El sistema llama de forma automática al 112 en caso de colisión, acelerando la llegada de las asistencias.
Ese solo es el principio de la automatización en los vehículos. Quizá aún esté lejano, pero Audi ya desarrolla un A7 Sportback autopilotado, y controlado mediante una simple aplicación en el móvil. El vehículo ya puede buscar aparcamiento y estacionar por sus propios medios, a una velocidad baja, gracias a los radares que tiene situados a su alrededor. A través de la aplicación, el conductor puede arrancar el coche y llevarlo hasta su posición. Parece ficción, pero la realidad siempre la supera.