Díaz Ferrán, condenado a responder con su patrimonio por la gestión de Marsans
Viajes Marsans estaba en causa de disolución "incluso desde el 31 de diciembre de 2008" El grupo no pidió concurso hasta mediados de 2010 La juez advierte que son responsables tanto Díaz Ferrán como Pascual de la quiebra
Ana María Gallego, la juez del concurso de Marsans, considera que el grupo de viajes estaba en causa de disolución desde "al menos desde las cuentas anuales del ejercicio 2008/2009, e incluso, desde el 31 de diciembre de 2008". La magistrada del juzgado mercantil número 12 de Madrid, en una sentencia firmada el 13 de junio, explica que la situación de iliquidez de la empresa fue provocada por salidas "enormes" de tesorería, como el desvío de 189,5 millones de Marsans a Teinver, sociedad de Gerardo Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual, fallecido el pasado año.
Marsans solicitó concurso de acreedores en junio de 2010, prácticamente al mismo tiempo que Díaz Ferrán y Pascual traspasaban el grupo a una empresa controlada por el empresario valenciano Ángel de Cabo, Posibilitumm. Hoy tanto Díaz-Ferrán como De Cabo están en prisión por presuntos delitos relacionados con la quiebra de Marsans.
El retraso en la comunicación de la situación de insolvencia es uno de los motivos contemplados en la ley para declarar culpable el concurso de una empresa. "La concursada no optó por solicitar el concurso a tiempo tras constatar su insolvencia, sino por demorar ésta", dice la juez, que condena a "la pérdida de los derechos que pudieran tener como acreedores concursales de Viajes Marsans a Don Gerardo Díaz Ferrán, a la herencia yacente de Donz Gonzalo Pascual y a Posibilitumm Business, en su condición de administradores de Viajes Marsans" y a "cubrir en su integridad el déficit patrimonial de Viajes Marsans, en aquella parte que no sea satisfecha en la liquidación de Viajes Marsans incluyéndose en tal concepto el pasivo y los créditos contra la masa del concurso".
La juez advierte de que "no cabe diferenciar una mayor o menor intervención de uno y otro [Díaz Ferrán y Pascual] en las conductas que se les imputan, con lo que cabe establecer una condena conjunta y solidaria de los dos". Durante el proceso Díaz Ferrán trató de cargar la responsabilidad de lo sucedido a su socio Pascual.