KPMG auditará al mayor banco del mundo, el chino ICBC
KPMG gana terreno en el mercado global de auditoría del sector financiero, después de adjudicarse el contrato para revisar las cuentas de 2013 de Industrial and Comercial Bank of China (ICBC), considerada la mayor entidad financiera del mundo.
La competencia entre las principales auditoras se agudiza por captar contratos de revisión de cuentas de los cuatro grandes bancos del gigante asiático –Agricultural Bank of China, Bank of China, China Construction Bank y el ICBC--, que son a su vez los mayores clientes de auditoría del país. La competencia por el mercado chino se ha endurecido después que en 2010 el Ministerio de Finanzas decidiera que todos los bancos participados por el Estado lanzarían un proceso de licitación para el contrato de auditoría cada tres años con el objetivo de que una misma firma no auditara al mismo cliente por un periodo superior a cinco años.
El ICBC obtuvo en 2011 un resultado neto de 24.676 millones de euros y cerró con activos totales de 1,83 billones de euros. El mayor banco del mundo cuenta con un core capital del 10,07%, mientras que los depósitos de clientes suman 1,45 billones de euros. Su patrimonio neto es de 248.065 millones.
Mientras que KPMG audita las cuentas del ICBC, PwC hace lo propio con las de Agricultural Bank of China y China Construction Bank, mientras que E&Y tiene contrato con Bank of China. Tras convencer al ICBC de ser sus auditores en detrimento de E&Y, KPMG amplía su cartera de clientes entre las mayores entidades financieras del mundo. Según los datos de Forbes 1.000, referentes a 2011, KPMG lidera las auditorías del sector financiero global, revisando las cuentas del 34% de los 50 mayores bancos, entre ellos HSBC Holdings, Wells Fargo, Citigroup, Visa International o Deutsche Bank.
En España Deloitte tiene una posición dominante, con clientes como Santander, BBVA, Bankia o La Caixa, mientras que PwC audita a Sabadell y Popular.
Estos movimientos en la revisión de las cuentas de las entidades financieras pueden ser más frecuentes de lo que han venido siendo hasta ahora, como consecuencia de una mayor apuesta de las entidades por reforzar su Gobierno Corporativo, tal y como señaló Bankia hace unas semanas al anunciar el cambio de auditor, como por las propuestas normativas tanto de la Comisión Europa como el supervisor español, que están planteando incluir medidas que fuercen a las entidades a rotar sus auditores tras un periodo de tiempo con el mismo revisor. La legislación española obliga a la rotación del auditor de cuentas firmante del informe de auditoría a los siete años, con un periodo de enfriamiento de dos, pero no de la firma auditora.
El Banco de España quiere incrementar la rotación de los contratos de auditoría entre los bancos. En su informe Análisis de los procedimientos supervisores del Banco de España y recomendaciones de reforma, fechado en octubre pasado pero conocido en enero de este año, la entidad que preside Luis Linde defiende una rotación periódica “para fomentar la independencia, haciendo frente a los potenciales riesgos de familiaridad y captura por la entidad auditada”.
Está en marcha la reforma de la Directiva de Autoría, que impulsa el comisario Michel Barnier, uno de los ejes es la implantación de una rotación obligatoria. El Banco de España ya ha señalado que podría, si la aprobación del texto comunitario se demora, aplicar este criterio para el mercado español.