Joaquín Rivero y Bautista Soler niegan ante el juez deber nada a Metrovacesa
Rivero y Soler plantaron cara a Sanahuja por el control de Metrovacesa Los empresarios acordaron quedarse con el 31% de la francesa Gecina
"Como comprenderás, a estas alturas estas cosas...” comentaba tranquilo el viernes Bautista Soler, que en dos meses cumple 84 años, minutos antes de entrar a declarar en el juzgado número 47 de Madrid.
Soler, una de las mayores fortunas valencianas del siglo XX, acudió al juzgado imputado por la querella presentada por accionistas minoritarios de Metrovacesa que denuncian presuntas ilegalidades en el reparto de la inmobiliaria acordado en 2007 entre sus principales accionistas.
Antes que Soler declaró Joaquín Rivero, expresidente de Metrovacesa. Entre 2006 y 2007 Rivero y Soler plantaron cara a una opa sobre Metrovacesa lanzada por la familia Sanahuja. A finales de 2007 la batalla por el control de la compañía se resolvió acordando el reparto de la inmobiliaria: Rivero y Soler se quedaban con el 31% en total de la francesa Gecina mientras que Sanahuja se hacía con el control de Metrovacesa (que un año después perdería tras intercambiar deuda por acciones con los bancos acreedores, hoy dueños de Metrovacesa).
Fuentes jurídicas presentes en las declaraciones de Soler y Rivero indicaron que los dos empresarios negaron deber nada a Metrovacesa. Los querellantes afirman en su demanda –contra Rivero, Soler, la familia Sanahuja, Pablo Usandizaga, Vitalino Nafría, Eduardo Paraja, Lucas Osorio– que Rivero y Soler debían haber entregado a Metrovacesa 32 activos inmobiliarios o 1.680 millones de euros, pero “ocultaron que no tenían intención de hacerlo en ningún momento”.