Barroso da carta blanca a Rajoy para seguir a su ritmo con las refomas
Rajoy adelanta que "es probable que la reforma de las pensiones pueda estar terminada antes de final de año" Admite que bajará unos impuestos y otros los tocará
"Lo primero que quiero agradecer al presidente Mariano Rajoy es que ha traído el sol a Bruselas”, aseguró Barroso nada más concluir la cumbre del organismo comunitario con el Ejecutivo español. Las palabras del portugués denotaban, además del alivio por el día soleado tras el mes de mayo más lluvioso en Bélgica desde 1965, una clara señal de apoyo a un Gobierno al que hace solo una semana estuvo a punto de expedientar por los desequilibrios macroeconómicos acumulados durante el período de bonanza de la zona euro.
El Gobierno español logró desactivar ese expediente con una campaña de disuasión basada en la mejoría de variables como la inflación (en el 1,7%), la balanza exterior (superávit previsto este año del 2,5%) o la caída de los costes laborales. Rajoy en persona remató ayer esa ofensiva durante una reunión bilateral con Barroso y otra colectiva con la Comisión, acompañado de siete de sus ministros, la mayoría del área económica.
El presidente del Gobierno acompañó sus explicaciones con una presentación visual de gráficos que muestran la evolución de la salud macroeconómica de España. Cada uno de sus ministros, además, se reunió con los comisarios europeos relacionados con su competencia.
La cumbre se saldó con un voto de confianza clarísimo por parte de la Comisión a las medidas adoptadas por el Gobierno. “Sabemos que han sido difíciles, pero están dando resultados que son muy importantes no solo para España, sino para el conjunto de la zona euro”, elogió Barroso en la rueda de prensa posterior a las reuniones. Y a diferencia de una cita similar el mes pasado con el presidente francés, François Hollande, Barroso no dedicó ni un solo reproche o exigencia al presidente del Gobierno español.
“Compete a las autoridades de España”, concedió el presidente de la CE, “encontrar la mejor manera de implementar esas reformas.
Impuestos
A pesar de la carta blanca de Bruselas, Rajoy se comprometió a seguir adelante con las reformas porque “las hacemos con convicción”, dijo. Y sobre el calendario, se mostró partidario de aplicarlas “cuanto antes porque cuanto antes se noten los efectos beneficiosos, mejor”.
Pero Rajoy no dio por fija ninguna fecha. Sobre la reforma de las pensiones se limitó a indicar que “espero que esté terminada antes de fin de año”. Y sobre la reforma tributaria, fue aun más vago. “Bajaremos unos impuestos y tocaremos otros”, señaló, para mostrar su preferencia por una rebaja del IRPF (en 2015) y la posible reclasificación de algunas categorías del IVA.
Pero ayer Rajoy no parecía haber llegado a Bruselas para recibir instrucciones, sino a reivindicar su primer año y medio de mandato y recordar a la Unión Europea las promesas incumplidas.
Al Banco Central Europeo, por ejemplo, le pidió que “plasme en propuestas concretas” sus anuncios sobre medidas para mejorar la financiación de las pequeñas y medianas empresas. Y pidió al conjunto de la UE “avances en la unión bancaria, en la fiscal y, finalmente en la política”, o que proyectos legendarios como las interconexiones energéticas “dejen de ser un discurso y se conviertan en realidad”.
Todo ellos, según algunos de los participantes en los encuentros a puerta cerrada, en un “clima distendido y de confianza” impensable hace solo unos meses.
Tan distendido fue que hubo lugar para bromas como la del minsitro Miguel Arias Cañete sobre sus largas noches de negociación en Bruselas y la inquietud de su esposa. O para que Barroso hiciese gala de su conocimeinto de la supuesta idiosincrasia gallega. “Sé que son muy determinados”.
