El CNIO licencia sus primeros fármacos a una compañía irlandesa
Inflection Biosciences comenzará con los ensayos preclínicos
La investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III (CNIO) comienza a dar frutos. Los primeros fármacos de su programa de terapias experimentales están listos para iniciar los ensayos preclínicos y para eso ha vendido la licencias de desarrollo a Inflection Bioscience, una compañía farmacéutica irlandesa.
El CNIO se creó en 1998, comenzó a operar en 2003 y ha estado dirigido durante más de una década por el investigador Mariano Barbacid. Desde hace dos años, le sustituyó en el cargo María Blasco, la actual directora.
El organismo español establece el derecho de exclusividad para el desarrollo y comercialización a Inflection Biosciences de los fármacos en todo el mundo. A cambio, recibirá unos pagos por cada hito conseguido y un tanto por ciento de las ventas, unas cifras que el centro no ha querido avanzar.
La experiencia previa de BiOncoTech
El CNIO contó en 2011 (último ejercicio cerrado) con 48 millones de euros de presupuesto, provenientes de financiación pública, de fondos competitivos, de venta de servicios y de aportaciones privadas de fundaciones como las de La Caixa, BBVA, Caja Navarra, Avon, Marcelino Botín, Santander o Catalana Occidente. El objetivo del centro, según Quintero, es llegara un 15% de estos patrocinios.
También cuenta con una spin-off radicada en Valencia, llamada BiOncoTech, fundada en 2010. Esta pyme tiene como objetivo iniciar los primeros pasos de los estudios clínicos de un compuesto, el BO-110, destinado al tratamiento de cánceres que, por su agresividad y falta de tratamientos efectivos, se engloban dentro del concepto de enfermedades raras o poco frecuentes.
Estos futuros medicamentos, a los que todavía les queda más de una década hasta que lleguen al mercado si los ensayos son positivos, están desarrollados por el programa de terapias experimentales del centro. Este área se creó en 2007 con la intención de desarrollar moléculas para llevarlas hasta el mercado.
Está previsto que la biotecnológica irlandesa comience los ensayos preclínicos este año. El CNIO tuvo contacto con otras compañías pero finalmente fue Inflection la que se comprometió en el desarrollo de los medicamentos. Se descartó a alguna farmacéutica nacional “porque en España hay pocas compañías con actividad en oncología”, explica Marisol Quintero, directora de innovación del centro.
Estos futuros fármacos licenciados funcionan como inhibidores de la proteína quinasa PIM, que juega un papel clave en la regulación celular y la aparición de determinados tipos de cáncer como leucemia, linfomas y varias clases de tumores de páncreas, colorrectal y de esófago. Por eso, desde el CNIO se indica que son “dianas terapéuticas muy prometedoras”. Todas estas moléculas han mostrado resultados positivos en modelos preclínicos, según organismo, y están disponibles en formulación oral.