Los pequeños propietarios del Empire State dan luz verde a su salida a Bolsa
El que fuera en su momento el edificio más alto de la ciudad de Nueva York, con sus 103 pisos (el último de ellos desconocido para el gran público), ha logrado avanzar un poco más, esta vez no hacia el cielo, hacia el mercado de valores. Un 80% de los 2.800 accionistas del rascacielos respaldaron el miércoles la propuesta de salida a Bolsa planteada por su accionista mayoritario, la familia Malkin, que controla un 8% de su capital social.
La propuesta de la familia Malkin ha salido adelante un año y tres meses después de ser anunciada a la SEC, periodo que supera el tiempo que se tardó en finalizar su construcción, un año y 45 días. El edificio, construido en 1931, será incluido junto con otros 18 inmuebles en Empire State Realty Trust, sociedad que preparará su futuro debut en Wall Street. La operación podría dar un valor a la sociedad de 5.200 millones de euros, lo que supone una de las salidas a Bolsa más grandes realizadas en Estados Unidos, otorgando un valor de 730 millones a la participación de Malkin.
La operación no ha estado exenta de dificultades dado que los pequeños accionistas del rascacielos rechazaban una operación que beneficiaba principalmente a la familia Malkin y a otro de los mayores accionistas, la fundación benéfica de una de las familias más ricas de Nueva York, que está exenta del pago de impuestos.