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Las partes tienen tres días para decidir la recusación

La defensa de Blesa acusa al juez Silva de tener prejuicios en el caso

El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa.
El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa. EFE

La defensa del ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa argumenta en su incidente de recusación contra el juez Elpidio José Silva que sus autos son prolijos en “descalificaciones” y emplean un “tono despectivo y denigrante” que revelan su falta de imparcialidad y “contaminación” para instruir la causa seguida contra su cliente.

Así lo expone en el escrito de recusación, al que ha tenido acceso Europa Press, que ha sido formulado por el abogado del que fuera máximo responsable de la caja madrileña. Por su parte, el juez Silva, que el pasado día 16 envió a prisión a Blesa por la compra del City National Bank de Florida, ha accedido a tramitar la recusación que presentó su defensa y ha dado un plazo de tres días a las partes para que se pronuncien sobre la misma.

El abogado defensor basa su petición en que la actuación del magistrado demuestra un “interés personal, directo e indirecto” en la causa, así como una “enemistad manifiesta” con su representado. “Materialmente ha actuado como denunciante”, alega.

A su juicio, el juez Silva “condena” en sus autos a Blesa incluso antes de iniciar la instrucción, lo cual constituye la “máxima expresión de la injusticia” y refleja un “juicio previo peyorativo” contra el acusado.

“El instructor se pronuncia sobre el desarrollo profesional de nuestro representado en un tono despectivo y denigrante que determina y constata sus prejuicios contra Miguel Blesa y lo inhabilita para instruir la pieza separada sobre la que se ha arrogado la competencia”, sostiene.

Hace así referencia a la ampliación de la denuncia presentada por Manos Limpias sobre la compra del City National Bank de Florida, que, a su entender, debería haber sido enviada a reparto en virtud del derecho al juez predeterminado por la ley. 

Las resoluciones del instructor contienen consideraciones de fondo “tan minuciosas como arbitrarias” y son prolijas en “descalificaciones” contra Blesa sobre su “mala gestión, ausencia de mínima diligencia, ignorancia deliberada” e “inactividad” que, a todas luces, le incapacitan para llevar a cabo esta investigación.

En su opinión, el juez Silva ha evidenciado su interés en la causa al “querer orientar” las declaraciones sobre el que fuera presidente de Caja Madrid en un sentido que luego desarrolla en sus resoluciones. Ello hace pensar a la defensa que el magistrado tiene ya “una opinión fundada y resuelta” sobre la culpabilidad de Blesa, lo cual se hace “tan evidente” que incluso anticipa una posible calificación jurídica.

“Un instructor, que ya ha hecho un pronunciamiento anticipado de la eventual culpabilidad del recusante en términos tales que ha sido su sola voluntad, haciendo no solo un juicio de tipicidad, sino una elaboración de hechos que no se corresponden con la realidad, no puede ser calificado como un Juez ni imparcial ni independiente”, concluye.

Crédito a Marsans

El juez Silva abrió diligencias a raíz de una denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias en la que se acusa a Blesa de conceder un crédito “doloso” por importe de 26,5 millones de euros a Díaz Ferrán en el que figuraba como “garantía un holding empresarial que se encontraba en quiebra”. Ambos están acusados de un delito societario y de falsedad documental, mientras que el ex responsable de créditos a empresas de Caja Madrid Carlos Vela está imputado por delito societario.

El instructor también investiga a Blesa por la compra, en abril de 2008, del 83% del City National Bank de Florida por 927 millones de dólares. Caja Madrid se hizo con la totalidad de la entidad estadounidense en 2010 aportando otros 190 millones de dólares. Silva ve indicios “muy relevantes” de criminalidad, de los que se desprende un posible delito societario de administración desleal o bien uno de apropiación indebida con otro de falsedad de documento público.

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