La CNMV endurece el control a las cotizadas para evitar más 'Pescanovas'
El supervisor quiere evitar que le envíen información arbitraria Ha publicado una guía con pautas para todas las empresas de la Bolsa
El caso Pescanova ha hecho saltar todas las alarmas entre la comunidad inversora. Lo ocurrido con la multinacional gallega ha puesto en tela de juicio la autenticidad de información que se envía a la CNMV. El supervisor que preside Elvira Rodríguez quiere que la información que proporcionan las cotizadas sea lo más exacta, veraz y comparable posible.
Pese a que los estados financieros ya están regulados al detalle en sus versiones semestrales y anuales, no ocurre lo mismo con el informe de gestión. “La limitada concreción del contenido mínimo del informe de gestión [...] no ha contribuido a percibir su importancia por parte de los responsables de su elaboración, respecto del alcance y contenido que debería tener ni ha permitido mejorar su calidad y comparabilidad”, explica el supervisor en una guía que publicó el pasado viernes para la elaboración del informe de gestión de las entidades cotizadas.
La guía contiene un gran número de recomendaciones pero no dejan de ser eso: recomendaciones. Eso sí, la CNMV se anticipa a la iniciativa de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés), que previsiblemente regulará la información que “deberá ser tratada en los informes de gestión” a través de formularios normalizados y plantillas.
No obstante, antes de nada –recuerda el supervisor–, tendría que “modificarse la Directiva Europea de Transparencia para ahondar en la armonización de los requisitos de transparencia relativos a la información sobre los emisores cuyos valores se admiten a negociación en un mercado regulado”.
Hasta que entre en vigor la normativa europea, la iniciativa de la CNMV no deja de ser una mera recomendación. Su cumplimiento o no es potestativo. El supervisor indica que “la eventual aprobación de la Directiva modificará tanto el alcance como el contenido de esta guía”.
En todo caso, la información de calidad dificultará que estallen problemas como el de Pescanova. “La empresa de alimentación era especialmente parca en la información que proporcionaba a los inversores. El último informe de gestión, correspondiente a 2011, es muy vago y genérico”, explica un experto que seguía la cobertura de la compañía.
Antes del escándalo
Eso sí, la iniciativa de la CNMV no está vinculada expresamente al caso Pescanova; el plan de actividades del supervisor de 2012 ya incluía la elaboración de recomendaciones sobre el informe de gestión. De hecho, el grupo de trabajo se creó en el segundo trimestre del año pasado.
Los expertos consultados por CincoDías consideran que cumplir con la guía elaborada por la CNMV, que consta de 168 páginas, sería de gran ayuda para poner en guardia al mercado. El mero hecho de que las cotizadas no la sigan ya debería penalizarlas. El documento publicado por el supervisor es extremadamente concreto y detalla punto por punto qué deben explicar las cotizadas de la Bolsa española en sus informes de gestión.
Así, deberían incluir un epígrafe sobre “liquidez y recursos de capital”; en él, la firma debe explicar sus fuentes principales de obtención de liquidez, los compromisos de inversión e incluso las obligaciones contractuales fuera de balance. La compañía debe además “informar sobre el nivel de endeudamiento al final del periodo económico sobre el que se informa, analizando su composición por plazos y sus cambios significativos así como el efecto previsible que pueden tener en la liquidez”. Este punto se ha revelado de gran importancia en Pescanova, si bien en este caso el problema iba más allá de la cantidad de información suministrada: el problema era la veracidad de los datos.
LA CNMV incluye en su guía un desglose detallado de los diferentes riesgos a los que se enfrenta la cotizada. En este aspecto, el informe se parecería a un folleto de Oferta Pública de Venta (OPV) o de Suscripción (OPS) para debutar en Bolsa. Debería detallar los riesgos regulatorios, operacionales, de concentración de clientes, financieros, de mercado, de tipo de cambio, de crédito y de liquidez.
La firma ha de aportar en la medida de lo posible “información sobre su evolución previsible”. Aquí ha de incluir ”aquellos datos que considere más significativos, sin perjudicar por ello la confidencialidad y evitando generalidades que son poco útiles a los usuarios del informe de gestión”.
El informe debe contener además información de “la política de dividendos seguida, en función de los resultados de gestión, así como sus perspectivas de continuidad”. “También es útil que se informe de la periodicidad en el pago a lo largo del periodo”, agrega.
Sobre la adquisición de acciones propias (autocartera), la compañía debe explicar las razones que han llevado a realizar transacciones con acciones propias y una explicación sobre la política seguida para operar con ellas.