El primer ministro chino pide menor intervención de la política en el mercado
Urge transformar las labores del Gobierno “para mantener el desarrollo continuo y sano de la economía”, dice el primer ministro
El primer ministro chino Li Keqiang, al frente del Consejo de Estado desde marzo, ha pedido una menor intervención del poder político en la economía de mercado “con el fin de motivar la creatividad y transformar el Gobierno”, destacó hoy la agencia oficial Xinhua.
En una teleconferencia sobre las reformas que el Ejecutivo ha iniciado para estimular el desarrollo nacional, Li pidió a los responsables políticos chinos que “deleguen poderes innecesarios” en sus relaciones con los sectores económicos.
“La prioridad del trabajo gubernamental debería gravitar hacia la creación de un mercado favorable para el desarrollo, facilitar unos servicios públicos de calidad y mantener justicia y equidad social”, subrayó el primer ministro.
Según el líder comunista, es necesario transformar las labores del Gobierno “para mantener el desarrollo continuo y sano de la economía”.
En los dos meses del nuevo Gobierno, éste ha cancelado 133 trámites administrativos, destacó Li como ejemplo de la progresiva no intervención política en la economía, y afirmó que esta simplificación continuará en materias como la producción, la inversión o las actividades de mercadotecnia.
La semana pasada, el Consejo de Estado ya anunció planes para avanzar en las reformas pro-mercado, minimizando la intervención estatal en numerosos ámbitos como los mercados financieros, el sistema tributario o el sistema de control demográfico del país.
Uno de los principales cambios se basa en la aceleración del proceso de convertibilidad total de la moneda nacional, el yuan, en la cuenta de capital, algo que permitirá a empresas o personas del país y del extranjero intercambiar moneda sin restricciones en la compra de activos o acciones.
Además, se pretende liberalizar las tasas de interés y se creará un sistema para que los inversores individuales puedan invertir en el extranjero, así como políticas “de protección de los derechos e intereses de los pequeños y medianos inversores”.
En el ámbito tributario, el Gobierno dará más protagonismo al impuesto de valor añadido en detrimento del de sociedades, un cambio que supondrá la rebaja de impuestos a muchas compañías del sector de los servicios.