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Asamblea anual de socios del IEF

Rajoy rechaza elevar la inversión hasta que no se reduzca el déficit

La gran empresa reclama impulsar el gasto en infraestructuras para crear empleo Rajoy admite que es ineludible sanear la economía "por dolorosas que sean las medidas"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), José Manuel Entrecanales.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), José Manuel Entrecanales.Pablo Monge

Rajoy visitaba un terreno que hasta hace pocos meses era favorable (ha acudido a los últimos siete congresos del Instituto de la Empresa Familiar como jefe de la oposición y en el Gobierno) y que ahora se le ha vuelto hostil por su política económica. Así se lo hizo saber ayer el presidente de este Instituto, José Manuel Entrecanales, en el discurso de clausura de la asamblea anual de socios del IEF, entre los que están empresas como Mango, Mercadona o Planeta. “La reducción del déficit y las reformas nos han hecho ganar credibilidad, pero esta también está asociada al crecimiento y al empleo. Por eso creo que hay que insistir en medidas vinculadas a la inversión pública en infraestructuras”, subrayó. Entrecanales trató de reforzar su argumento rebatiendo el mito de que en España se ha invertido demasiado en infraestructuras. ”Entre 1995 y 2012, hemos invertido menos en términos absolutos que en Francia, Italia o Alemania. España sigue siendo deficitaria en infraestructuras claves como agua, transporte ferroviario de carga o eficiencia energética”, puntualizó.

Sus palabras encontraron rápida respuesta en el discurso de Rajoy. “Todos estamos de acuerdo en que para crecer y crear empleo, es necesario sanear previamente la economía. Es una condición sine qua non. Ineludible”, remarcó en clara alusión a la petición del IEF. En otras palabras, que hasta que no se reduzca el déficit a los niveles que se pacte con Bruselas, no habrá medidas de estímulo en materia de inversión. Todo ello pese a que Entrecanales le recordó que por cada millón de euros gastados en inversión, “se generan entre 8 y 20 veces más ingresos fiscales que a través de una Sicav. La inversión empresarial es la principal palanca para reactivar los ingresos y el empleo”, puntualizó.

Rajoy precisó que no está a favor de algunos estímulos a la economía. “Depende de que tipo. El plan de pago a proveedores ha sido muy bueno porque ha mostrado que las administraciones públicas pagan y cumplen sus compromisos. No me parece bien iniciativas como el plan E, que solo sirvió para disparar el déficit público”, remarcó.

Un jarro de agua fría para unos empresarios que tampoco perdieron la oportunidad de recordarle a Rajoy que la mitad de los incrementos de impuestos aprobados desde que llegó al Gobierno ha recaído sobre sus espaldas (incremento del IVA o reducción de las bonificaciones en Sociedades). “A mí no me gusta subir impuestos, No quedaba otro remedio ante los problemas de recaudación muy importantes”, dijo. A cambio, insistió en que tratará de bajar la presión fiscal “en cuanto se pueda, aunque ahora no es bueno hacerlo”.

El presidente del IEF sí valoró de forma positiva los efectos de la reforma laboral aprobada en febrero de 2011. “Se ha dado solución a los problemas de flexibilidad interna y externa”, apuntó Entrecanales que, no obstante, insistió en la necesidad de simplificar el gran número de contratos que existen en la legislación española y facilitar la aplicación del contrato a tiempo parcial, “excesivamente complejo”.

Cien compañías que suman el 16% del PIB

Rajoy tuvo ocasión de compartir impresiones con la flor y nata del empresariado español. El Instituto de la Empresa Familiar está integrado por 100 compañías cuya facturación equivale al 16% del PIB. En la sala del Casino de Madrid, donde se celebró la asamblea anual de socios, se pudo ver a Juan Roig (Mercadona), Simón Pedro Barceló (Barceló), Jorge Cosmen(Alsa), Abel Matutes (Grupo Matutes), Domingo Solans (Pikolín), Ignacio Polanco (Prisa), Demetrio Carceller (Damm) o Mar Raventós (Freixenet).

Como portavoz de todos ellos actuó el director general del IEF, Andrés Tejero, que fue el encargado de transmitir las preguntas de los socios a Rajoy. En ellas, los empresarios dejaron entrever su malestar y lanzaron preguntas con una buena carga de profundidad, de las que Rajoy supo zafarse regresando al discurso de la austeridad y la disciplina fiscal como condición ineludible para hablar de cualquier otra cosa. Tejero le preguntó si se arrepentía de algunas de las decisiones de política económica que había tomado o si estaba dispuesto a dar algún giro a sus decisiones al margen de Bruselas.

Al final del encuentro, el IEF distribuyó una encuesta realizada entre los empresarios asistentes con más oscuros que claros. En el lado negativo, el 75% (doce puntos más que el pasado ejercicio) cree que la crisis no tocará fondo este año, mientras que el 29% (cinco puntos más) consideran que sus ventas bajaran. En cuanto a la política de retribuciones a los accionistas, el 48% (quince puntos más que en 2012) no repartirá dividendo. El único atisbo de salida de la crisis en la encuesta es que el 64% de las empresas cree que aumentará su inversión en España.

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