El Gobierno no tocará pensiones ni paro en las reformas del viernes
Rueda de prensa de Toxo y Méndez ante el 1º de mayo. Exigen que la reforma de las pensiones no entre en vigor hasta 2025.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha trasladado esta mañana a los sindicatos que el Gobierno no tiene en mente introducir medidas que afecten a “las pensiones ni a las prestaciones por desempleo” dentro del Plan Nacional de Reformas que se aprobará en el Consejo de Ministros de este viernes.
En rueda de prensa para presentar los actos del 1º de Mayo, el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, acompañado de su homólogo en UGT, Cándido Méndez, ha desvelado que así de “tajantemente” se lo ha comunicado la titular de Empleo en una conversación telefónica.
No obstante, los sindicatos temen que el debate sobre las cotizaciones en el empleo a tiempo parcial y el factor de sostenibilidad acabe poniendo “patas arriba” el sistema de pensiones, y que el Gobierno, una vez conozca el dato de la Encuesta de Población Activa (EPA) de mañana jueves, apruebe un nuevo paquete de recortes antes del verano que pueda incluir la subida del IVA o un ajuste “brutal” en el empleo público.
Sobre la cuestión de las pensiones, ambos líderes sindicales han recordado al Gobierno los compromisos adquiridos con los sindicatos y han recalcado que se ha convenido abrir una mesa de negociación para dar forma a un nuevo sistema de cotizaciones en el empleo a tiempo parcial y otra sobre el factor de sostenibilidad, una vez se conozca el informe al respecto del grupo de expertos independientes.
En este sentido, han subrayado que el punto de partida debe ser que éste no entre en funcionamiento hasta 2025, tal y como prevé la reforma de las pensiones de 2011. Y es que, al margen del Plan Nacional de Reformas de este viernes, los sindicatos temen que el factor de sostenibilidad se convierta en una coartada para, en connivencia con la patronal de las aseguradoras (Unespa), hacer un “viaje” a un sistema en el que ganen cada vez más peso los planes de pensiones.
Por el contrario, han asegurado que “no hace falta poner patas arriba el sistema de la Seguridad Social, que es solvente”, sino, en todo caso, incrementar los ingresos mediante una subida “temporal” de las cotizaciones sociales, así como del salario mínimo interprofesional (SMI) por encima de la inflación.
“Estamos abiertos a una discusión de esa naturaleza”, ha señalado Toxo, para añadir que, sin embargo, “ir a subir aún más la edad de jubilación es un camino que no vamos a caminar con el Gobierno”.
Por su parte, el líder de UGT cree que hay un “error deliberado” de enfoque al intentar vincular a la sostenibilidad del sistema variables como la esperanza de vida, las fórmulas anticipadas de jubilación, la contributividad, cuando todo esto está “resuelto y bien resuelto” en la reforma de las pensiones. “Intentar aprovechar el impacto de la recesión brutal para tratar de dar una vuelta de tuerca al sistema de pensiones es intolerable y abrirlo a los sistema de capitalización”, ha añadido.
Los sindicatos prevén recortes
Más allá de las pensiones, los líderes de ambos sindicatos temen que el Gobierno deje pasar el Plan Nacional de Reformas que se aprobará este viernes, antes de aprobar un nuevo paquete de recortes en la antesala del verano, como, dicen, sucedió el pasado año.
Así, Toxo ha dicho sobre el dato del paro del primer trimestre que se conocerá mañana cuando se publique la EPA que “será un milagro que no se superen los seis millones de personas y evitar que progresivamente” España se acerque “a la tasa del 27% de paro”, mientras que Méndez ha vaticinado que la “euforia infundada” del Gobierno tras la relajación de la prima de riesgo no se va a ver reflejada en los datos de mañana.
Por ello, creen que el Gobierno tratará de “alejar” los nuevos recortes de estos datos negativos de desempleo. Incluso piensan ya que estos recortes podrían centrarse en una subida del IVA, que el Ejecutivo sigue negando, y en un “ajuste brutal” en el empleo público, en palabras de Toxo.
Por su parte, Méndez ha insistido en que la posible nueva prórroga de dos años para cumplir los objetivos de déficit conllevará “nuevas imposiciones” por parte de la UE, y ha estimado que la revisión de las previsiones de crecimiento para este año, de hasta una caída de un punto del PIB, supondrá la necesidad de ajustar 10.000 millones de euros adicionales. En su opinión, la cuestión es saber si “la táctica es la del chapuzón social o la gota malaya, tomando medidas concatenadas para que se note menos su dureza”.