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Columna
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ABB apuesta por la energía solar

El grupo suizo ABB está comprando acciones de Power-One por valor de 1.000 millones de dólares en medio de la actual miseria financiera de la industria solar. Pero ABB insiste en que la empresa está en un punto óptimo y que, a largo plazo, el acuerdo tendrá su lógica.

El telón de fondo no podría ser peor. Un empacho de equipos baratos chinos ha llevado a la bancarrota desde la alemana Q-Cells a la propia Suntech, de China. Power-One no fabrica paneles, sino inversores solares, que transforman la energía solar en la que pasa a la red eléctrica. Pero incluso en este caso el panorama es sombrío, especialmente en Europa, debido a los enormes recortes en subvenciones y a los aranceles de las importaciones chinas.

ABB pregona un razonable valor de empresa (EV, por sus siglas en inglés) de 6,4 veces su Ebitda, incluyendo su flujo neto de efectivo de 266 millones. Sin embargo, analistas consultados por Starmine prevén que su Ebitda pase de 120 millones de dólares el año pasado a unos 70 millones este año.

La demanda de inversores solares crecerá con fuerza cuando los paneles sean más baratos

Es cierto que los advenedizos tendrán más problemas para competir en el terreno de los inversores que en el de los paneles. Además, la demanda de los inversores crecerá con fuerza, cuando los paneles sean más baratos. Si ABB es capaz de ahorrar en costes y realizar ventas adicionales conectando Power-One con su red global, podríamos estar ante una adquisición astutamente programada.

Esta es la tercera empresa estadounidense de importancia con la que ABB se ha hechoen muchos años, después de Baldor y Thomas & Betts, con un valor aproximado de 4.000 millones de dólares cada una. Según el presidente ejecutivo, Joe Hogan, ABB se ha expandido en los Estados Unidos y ha reducido su dependencia de las empresas más difíciles, como las de transformadores. El mercado no parece del todo convencido, pero al menos Hogan toma medidas, mientras que otros gigantes europeos siguen atrincherándose.

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