El turismo cierra el peor trimestre laboral por la caída del gasto interno
Los aeropuertos españoles han perdido 3 millones de pasajeros y 70.000 operaciones hasta marzo Los despidos en Orizonia, Iberia y en la mayoría de agencias de viajes, claves en el deterioro
El turismo extranjero sigue mostrando buenas señales. Entre enero y marzo, el número de visitantes creció un 2,3% y rozó los 9,5 millones. Sin embargo, ese avance no compensó el desplome del turismo interno, que ha provocado una caída sin precedentes del número de vuelos y pasajeros transportados en avión, y el deterioro laboral, con el nivel medio de afiliados más bajo en ocho años.
Ni la celebración de la Semana Santa, uno de los períodos de mayor movimiento turístico del año, ha servido para impulsar el mercado interior, fuertemente condicionado por el repunte del paro, las subidas de impuestos y la incertidumbre económica. Y ese progresivo deterioro (los residentes han realizado 1,5 millones de pernoctaciones menos en enero y febrero) está empezando a ensombrecer las buenas cifras que está exhibiendo la entrada de visitantes extranjeros. En los tres primeros meses, la llegada de turistas foráneos creció un 2,3%, rozando los 9,5 millones de personas (el máximo desde 2008), gracias al tirón de mercados como Alemania, Francia y Países Nórdicos.
Ese incremento, sin embargo, no se ha trasladado al mercado laboral, que registró los peores datos en ocho años. El número medio de afiliados en el primer trimestre se situó en 1,83 millones de trabajadores, lo que supone la cifra más baja desde 2006. Un dato que llama poderosamente la atención es el hecho de que el número de personas dadas de alta en el sistema en marzo (1,88 millones) fuera inferior al del mismo mes del pasado ejercicio (1,90 millones), pese a que la Semana Santa cayó este último año en abril. A la contracción del gasto interno, que ha frenado las decisiones de contratación de un gran número de empresarios, se ha unido el elevado proceso de destrucción de empleo en grandes grupos como Orizonia o Iberia. Aunque el ERE por el que salieron 2.300 personas en Orizonia se firmó en abril, en marzo se pactaron 1.500 bajas voluntarias, que se unieron a un largo número de expedientes de regulación de empleo puestos en marcha por las grandes agencias de viajes a finales de 2012 y que se firmaron entre enero y marzo.
A ello se unen los 410 despidos pactados en NH, con 30 días de indemnización con un máximo de 18 meses. Si el impacto en el mercado de trabajo ha sido moderado, el tsunami que ha sufrido el mercado aéreo ha sido mucho más intenso. En los tres primeros meses de 2013, según los datos de AENA, los aeropuertos españoles han perdido tres millones de pasajeros, lo que supone un descenso anual del 8,2%, y 70.000 operaciones, un 15,9% menos. Todos los aeropuertos, sin excepción, han sufrido caídas en ambos indicadores, aunque el más afectado fue Barajas, que perdió un 15% de operaciones y un 15% de pasajeros entre enero y marzo. José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, achaca ese desplome a la subida de las tasas aéreas, en vigor desde el pasado mes de julio, “que ha afectado especialmente a Barajas por la salida de algunas aerolíneas de bajo coste (Ryanair o EasyJet) y por ser un centro neurálgico donde muchos pasajeros nacionales o internacionales hacen escala de sus vuelos”.
Tanto Exceltur como la patronal hotelera Cehat han exigido una rebaja inmediata de las tasas aéreas para no penalizar una actividad económica que representa un bálsamo para las cuentas de la economía española. En 2012, la balanza de pagos del turismo, que mide la diferencia entre los ingresos por turismo extranjero en territorio nacional y el gasto de los nacionales en el extranjero, alcanzó los 31.609 millones de euros, lo que supone el superávit más importante en la zona euro. Una cifra que puede verse mermada si la pérdida de vuelos y pasajeros continúa en temporada alta.
Menos visitantes y más ingresos en temporada alta
Las perspectivas del Ejecutivo para el segundo trimestre del año, en el que se inicia la temporada alta, no son precisamente halagüeñas y constituyen una continuación de algunas de las señales mostradas en el primer trimestre. En el informe de coyuntura que elabora el Instituto de Estudios Turísticos, dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la previsión para el período comprendido entre abril y junio es que “la entrada de turistas puede contraerse moderadamente, condicionada por el calendario de la Semana Santa que este año se celebró en marzo en vez de en abril, afectando este resultado a todo el trimestre. No obstante, se alcanzaría una cifra cercana a 15,5 millones de turistas”. En el lado contrario, el Gobierno augura un buen comportamiento del gasto, que podría aumentar un 2,9% respecto al mismo período de 2012, llegando hasta los 15.100 millones de euros. Esta aparente paradoja se produciría por el incremento de turistas de países con mayor poder adquisitivo y mayor capacidad de gasto, como Rusia, Países Nórdicos, EEUU o Japón, que compensaría el menor aporte de Reino Unido o Francia.
Donde no se esperan mejores noticias es en materia laboral. El empleo en el sector, medido por el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en turismo, se espera que retroceda, aunque de forma menos acusada que la estimada para el conjunto de la economía. Las previsiones del indicador adelantado que elaboran Asempleo y Afi prevén que la ocupación en España caerá en torno al 4% en tasa anual, lo que indica que el turismo podría sufrir un deterioro aún más importante que el registrada durante el primer trimestre de este año.