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Crecen las relaciones comerciales entre ambos países

Las empresas chinas buscan más oportunidades para invertir en España

Analizan operaciones en finanzas, ‘telecos’ e inmobiliarias, con proyección a Latinoamérica

Dos jóvenes pasan junto a las oficinas que el banco ICBC ha abierto en Madrid.
Dos jóvenes pasan junto a las oficinas que el banco ICBC ha abierto en Madrid.Reuters

Cosco, el gigante chino de la logística y el transporte marítimo, celebrará el próximo 16 de mayo su 40 aniversario en España. Los mismos que llevan China y España manteniendo relaciones diplomáticas. Posiblemente Cosco sea la empresa china más veterana con presencia en territorio español (enviaron en 1973 el primer barco de Shanghái a Barcelona con 2.000 toneladas de papel), y quizás el grupo chino HNA sea la última gran apuesta de una compañía china por invertir en España. En su caso, a través de la compra del 20% de NH Hoteles, por la que ha desembolsado 234,3 millones de euros.

El interés de las empresas chinas por invertir en Europa ha crecido en los últimos años; también en España, aunque aquí el volumen inversor es aún escaso. Según los datos de Eurostat, en 2009 China continental invirtió 66 millones de euros en Europa, una cifra que pasó a ser de 736 millones en 2010 y se disparó hasta los 3.192 millones en 2011 (último año con datos disponibles). España recibió solo el 2% de esa suma. Del lado contrario, tampoco los números son para tirar cohetes. Del total de inversión que hacen las empresas españolas en el extranjero, menos de un 2% va a parar a China.

Interesados porque estos números sean más elevados, Esade China Europe Club –el club creado por ESADEgeo (centro que preside Javier Solana)– reunió esta semana en Madrid a directivos de empresas de ambos países y representantes de la Embajada China y Casa Asia. ¿El objetivo? Analizar las oportunidades que se abren en sendos países y evaluar los problemas a los que se enfrentan las compañías chinas que quieren invertir en España y viceversa con el fin de intentar corregirlos.

Al margen de las empresas chinas que ya están presenten, hay grandes compañías de ese país llamando a las puertas de España, como China Development Bank y Wahaha, según indica un informe de Esade.

Parece claro que entrar en el mercado chino es clave para las empresas españolas, pues como recordó Solana, China es la segunda potencia económica mundial y pronto podría ser la primera. Pero los atractivos de invertir en España para las empresas chinas son múltiples. Más allá de la diversificación de mercados y de la internacionalización que buscan en estos momentos, impulsadas por la política Go Global del Gobierno chino, las inversiones en España le darían a las empresas chinas acceso a una de las regiones de mayor crecimiento, Latinoamérica, vía inversiones conjuntas o en alianzas con socios españoles.

Precisamente, esto fue algo que destacó el director general de Cosco, Yang Lei, que aseguró que su empresa aprovecha la situación geográfica de España y el idioma para utilizarla como plataforma para hacer negocios en América del Sur y Norte de África. El directivo, no obstante, reclamó a las instituciones gubernamentales de China y España que fomenten acuerdos bilaterales como los de China y Alemania para promover la estabilidad en las inversiones en ambos países.

“Es cierto que cada vez hay más inversiones entre China y España, pero las relaciones comerciales entre ambos países no son tan profundas como entre otros y eso hace que aquí haya más volatilidad”, dijo Lei. El directivo señaló que Cosco planea replicar su proyecto en el puerto de El Pireo, en Atenas (donde comprometió una inversión de 3.400 millones junto a otros socios), en otros puertos de otros países, “y estamos considerando Barcelona, pero hay que hacer un estudio muy largo y detallado para ver cuál es la mejor opción”.

La firma china CCIC, que desde España inspecciona y controla todos los productos que se mandan desde el Sur de Europa a China y viceversa, también está pensando en invertir más en España. “Estoy tratando de convencer a la corporación para abrir un laboratorio en España, en Barcelona, y hay un 90% de posibilidades de que esto se haga realidad”.

Las trabas que destacan las empresas chinas para invertir más en España son la dificultad para conseguir visados, la presión fiscal y las barreras culturales.

Según Zhou Min, director general de CCIC en España, el laboratorio estaba previsto hacerlo en Holanda, “pero el año pasado el alcalde de Barcelona viajó a China y prometió unas condiciones favorables para que el laboratorio se establezca en esta ciudad”.

Min se quejó como su colega de Cosco de los altos impuestos en España. “Nos preocupa el tema, porque por cada millón de euros que pagamos a nuestros trabajadores, un 49% es para el Gobierno, y eso es algo que tenemos que tener en cuenta a la hora de invertir”, añadió. CCIC invirtió 2,5 millones en 2012 y prevé una inversión de cinco millones para los próximos años. “La cantidad no es muy grande, pero sus consecuencias son importantes, porque abastecemos a gran parte de Europa y Latinoamérica”.

Además de la presión fiscal, otros asuntos preocupan a los empresarios chinos en España (y también a los españoles en China): las trabas burocráticas. “Es muy complicado obtener visados y permisos de trabajo; el tiempo medio para conseguirlo es de seis meses a un año y eso hace que muchas empresas dejen de invertir en España”, advirtió Ji Yihong, abogado y representante de la comunidad china en España, que alertó de otro serio problema para las inversiones cruzadas China-España.

Según Yihong, el caso Emperador —la investigación por blanqueo de capitales que ha llevado al supuesto cerebro de la organización, Gao Ping, a la cárcel— ha empeorado el clima de inversiones entre ambos países. “Desde que saltó el asunto, la comunidad china ha sentido una persecución de la sociedad española hacia ellos, pese a que el asunto solo afecta a un grupo reducido de presuntos delincuentes chinos, y muchos empresarios chinos no se atreven a invertir en España. Pero el caso también ha causado una hostilidad en China hacia la inversión española y los productos y marcas españolas, porque la noticia se dio en todos los medios de información en China”.

Las empresas chinas e instituciones como Casa Asia reclaman unas relaciones económicas bilaterales entre España-China más profundas. Similares a las que tiene el país asiático con Alemania.

Yihong aseguró que China ve a España como uno de sus mejores socios dentro de la UE “y por ello creemos que es bueno que haya un clima tranquilo”. Sobre este punto, el secretario general de Casa Asia, Jaume Giné, destacó la necesidad de trabajar “para rehacer, si han quedado afectadas, las relaciones de confianza entre ambos países, porque pese a que las relaciones políticas entre ambos países son excelentes, las económicas son aún escasas y algo desequilibradas. Y hay un gran margen para crecer”. Para hacerlo, dijo Giné, es necesario resolver otra barrera, la cultural, “tan importante como la administrativa o la fiscal. Hay un déficit de conocimiento mutuo que debemos corregir, porque es algo que dificulta mucho las relaciones económicas”.

El representante de la embajada china, Ji Xianzheng, aseguró que a su Gobierno le interesa que sus empresarios establezcan relaciones a largo plazo en los países donde operan y dijo que ven a España, en estos tiempos de crisis, como un país de oportunidades. Aun así, aprovechó, y aludiendo a la barrera cultural que existe entre ambas comunidades, recomendó a las empresas españolas que quieran instalarse en China que lean el libro No más cuentos chinos, donde se tratan 10 tópicos sobre China. “Hay que superar las barreras culturales porque el mundo cada vez es más global”.

Precisamente “la diferencia cultural” es también la mayor traba para las empresas españolas que van a China, según contó Germán Lorenzo, del Grupo Mondragón, que lleva 25 años en el país asiático. “Es algo que hay que saber manejar y para ello es clave crear equipos que sean capaces de practicar una gestión pegada al mercado chino”, recomendó. Y añadió otro consejo: “Hay que trabajar más eficientemente en China, porque cada vez resulta más difícil competir allí. Ya hay operadores de todo el mundo y las propias empresas chinas están aumentando su capacidad competitiva; han aprendido a enfrentarse a las empresas occidentales”. El representante del grupo Mondragón aseguró que su empresa quiere pasar de los 350 millones de facturación en China a más de 850 millones en cuatro años.

Más de 50 empresas en sectores clave

En España, además de los 50.000 pequeños y medianos comercios creados por la comunidad china (actualmente hay censados 176.000 chinos en nuestro país), hay más de 50 grandes empresas chinas operando. La mayoría de sectores de elevado contenido tecnológico o que operan en la parte alta de la cadena de valor, según un informe de Esade.

Este detalla que en el sector de las telecos, China Unicom cuenta con una participación accionarial cruzada con Telefónica (que abre las puertas de los mercados asiáticos y europeo/latinoamericano, respectivamente) y Huawei provee a las principales empresas españolas de esta industria y desarrolla actividades de I+D+i en España, al igual que ZTE.

En el sector de las energías renovables, en el que China tiene particular interés debido a la necesidad de diversificar su matriz energética para evitar crear cuellos de botella a su crecimiento interno, están presentes en España empresas como Sinovel Wind y Chint Solar. Y en logística y puertos, operan tres de los principales actores del sector en China: Cosco, China Shipping y Kerry Logistics. Además, Hutchinson Port Holdings invirtió 500 millones en el Puerto de Barcelona. El informe apunta sobre este grupo que Hutchinson-Wampoa “podría incrementar su inversión en España en el sector de las telecos”.

Además de los sectores químico y de productos médicos, Ivana Casaburi, profesora de Esade, destaca la entrada de las compañías chinas en el sector financiero español. Hoy, dos de los cuatro grandes bancos chinos públicos (ICBC y Banck of China) están implantados o en fase de implantación de España. El primero cuenta con oficinas en Madrid y Barcelona, y Bank of China ha anunciado su intención de abrir una sucursal en España. “La expansión del sector financiero chino podría suponer una canalización directa del ahorro chino hacia las familias y empresas españolas”, continúa Casaburi, que pone el ejemplo de la línea de crédito de 930 millones de euros cerrada por Telefónica con ICBC y China Development Bank.

El informe, también apunta que además de las empresas que ya están instaladas (entre las que está también Lenovo) hay otras grandes que están llamando a las puertas de España, como China Development Bank y Wahaha.

Además, el abogado Ji Yihong habla de otra tendencia nueva en las inversiones chinas en España. La compra de inmuebles. “España está discutiendo una reforma de la Ley de Extranjería para hacer posible la compra por parte de extranjeros”, dijo.

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