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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La banca entra en la batalla de los fondos

El regreso del dinero a los fondos de inversión ha propiciado una nueva batalla de captación de estos instrumentos en el sector financiero. BBVA, La Caixa, Banco Sabadell, Unicaja y Kutxabank, cuatro de las entidades españolas que no han necesitado ayudas públicas para sobrevivir en esta crisis, han abierto un frente de competencia cuyo fin es captar fondos mediante reclamos, como sustanciosas bonificaciones por traspaso. El movimiento no es casual. Tras siete años de travesía por el desierto, la industria de los fondos ha comenzado a vislumbrar un horizonte de recuperación en este año 2013. Ello se debe, principalmente, a tres grandes factores. El primero de ellos, la vuelta de la tranquilidad a los mercados bursátiles y de renta fija en los últimos trimestres. Gracias a esa mejora de perspectivas, los fondos han vuelto a proporcionar al inversor rendimientos positivos tras varios años de pérdidas. La prueba es ese 4,5% de rentabilidad media que estos instrumentos han acumulado en los últimos doce meses, un sólido argumento para decidir optar por este producto de inversión. El segundo factor es que este año se produce el vencimiento de un buen número de pagarés que fueron emitidos por entidades financieras a finales de 2011 y principios de 2012, lo que ha generado un efecto de trasvase de parte de ese capital a las instituciones de inversión colectiva. Mientras que el tercero está directamente relacionado con el veto a los depósitos de alta remuneración, además de con la ola de desconfianza hacia estos instrumentos suscitada por la crisis de Chipre. Ambas circunstancias han propiciado el que se vuelva la mirada a estos productos de inversión colectiva. Dada la delicada situación que vive parte del sector financiero español, solo algunas entidades cuentan con suficiente músculo para competir en este terreno. Es el caso de BBVA, por ejemplo, que ha abierto el fuego con una potente campaña que ofrece compensar el traspaso de nuevos importes con una remuneración de un 2% bruto del efectivo traspasado.

Más allá de esa batalla, la migración de dinero desde los depósitos a los fondos de inversión constituye, en el fondo, una normalización dentro de la industria financiera. La elevada remuneración que han ofrecido los depósitos junto a su escaso riesgo había roto el binomio natural que relaciona un mayor riesgo con una mayor la rentabilidad. Ese regreso del dinero a las instituciones de inversión colectiva constituye, además, una prueba no solo del vigor que han recuperado los mercados, sino del cambio de perspectivas económicas que ha alimentado esa mejora. Todo ello apunta a un año de competencia en esta industria con una batalla cuya principal arma debe ser la rentabilidad.

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