Rajoy utilizará a la banca nacionalizada para salvar pymes
Creará en torno a Bankia un holding para impulsar los préstamos a hogares y pymes La entidad presidida por Goirigolzarri prevé conceder 35.000 millones en tres año
Paradojas de la crisis. El Gobierno del Partido Popular, que ganó las elecciones de 2011 con una agenda de liberalización, tendrá que recurrir a la banca recién nacionalizada para estimular la economía española. El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha optado por esa vía tras constatar que las empresas españolas compiten en desigualdad de condiciones con sus rivales europeas por falta de crédito.
Fuentes gubernamentales aseguran que el nuevo polo de financiación pública, construido en torno a Bankia, se encargará de cubrir las lagunas de financiación que está dejando la banca comercial en España, bien porque necesita elevar sus ratios de capital o porque no desea asumir ningún riesgo de incremento de la morosidad.
El holding, en el que se integrarán, sin llegar a fusionarse, el resto de entidades financieras nacionalizadas, evoca la figura de Argentaria. Y según fuentes gubernamentales, ya ha comenzado su tarea. Las mismas fuentes apuntan como prueba el hecho de que Bankia ha empezado a arañar cuota de mercado en la cartera de créditos a las pequeñas y medianas empresas.
Desde el Gobierno se indica que la entidad presidida por Goirigolzarri seguirá por esa vía, aprovechando además que gracias a la inyección del rescate europeo se encuentra en una posición financiera muy saneada.
El memorándum asociado al rescate impone límites comerciales a las empresas rescatadas. Pero en principio, la única prohibición tajante que pesa sobre Bankia es la de participar en el sector inmobiliario o embarcarse en políticas comerciales agresivas.
El Ejecutivo se propone, además, reactivar las líneas de crédito a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), aunque reconoce el fracaso de esa vía durante el comienzo de la crisis. Los expertos indicaron entonces que solo sirvió para descargar a la banca de créditos con mucho riesgo, pero apenas añadió financiación real. Fuentes del Gobierno indican que se reformará el mecanismo para evitar ese problema.
“Lo que no puede ser”, señaló el viernes en Dublín el ministro español de Economía, Luis de Guindos, “es que empresas con el mismo perfil de solvencia se financien en peores condiciones en un país que en otro”.
De Guindos, que durante viernes y sábado asistió en la capital irlandesa a una reunión informal del Eurogrupo (consejo de ministros de Economía de la zona euro ) y del Ecofin (e ministros de Economía y fianzas de la UE), considera urgente que el BCE adopte medidas para corregir esa discriminación.
Pero el presidente del BCE, Mario Draghi, dio el viernes largas a esa petición y señaló que corresponde a las autoridades españolas sanear la economía para que las entidades financieras pierdan el miedo a conceder préstamos.
Draghi aseguró en Dublín que el BCE “no puede hacer mucho” para disipar el miedo de los bancos. “Dicho esto”, añadió, “estamos buscando fórmulas para garantizar que las inyecciones de capital [del BCE] no se queda en mera liquidez y llega hasta la economía real y las empresas”. En mayo o junio, podría llegar la respuesta.