La City británica vuelve a dar crédito a España y a su sector financiero
El efecto Chipre ha sido virulento pero efímero Los círculos de la liquidez en el sector financiero español vuelven a funcionar
Las reformas pergeñadas por el Gobierno español en el sector financiero comienzan a dar frutos tangibles. Eso sí, después de la inestimable ayuda del fondo de rescate europeo, que ha inyectado unos 40.000 millones en los bancos nacionalizados (Bankia, Catalunya Banc y Novagalicia Banco) y en la Sareb, el denominado banco malo. La financiación a medio y largo plazo, a través de deuda sénior o cédulas hipotecarias, se ha paralizado después del rally de comienzos de 2013. BBVA fue el primero en vender deuda y le siguieron todos los demás: Santander, Popular, Sabadell, Bankinter, Caixabank...
Las colocaciones de bonos a medio y largo plazo están en tiempo de descanso. La buena noticia es que la confianza en la banca española llega incluso desde la City londinense. El mercado de repos –en el que los bancos obtienen liquidez a cambio de dejar un activo como garantía– goza de una salud que no se veía desde hace meses. “Obviamente, la semana pasada, después de Chipre y con las vacaciones, la actividad se redujo. Pero el sentimiento es muy diferente del de hace unos meses”, explican desde la mesa de tesorería de una entidad española.
Las entidades británicas Barclays, HSBC, Royal Bank of Scotland (RBS) e incluso algunas estadounidenses, entre las que se encuentran Bank of America Merrill Lynch y Citigroup –que operan desde el centro de negocios londinense–, están reabriendo poco a poco sus líneas de financiación. Ni mucho menos puede decirse que se haya retomado la actividad previa al estallido de la crisis de deuda, allá por el verano de 2010, pero sí que la normalidad está volviendo, explican en una entidad extranjera.
Como publicó este periódico el 28 de febrero, la gran banca francesa –Société Générale, BNP Paribas, entre otras entidades– fue la que volvía a dar crédito al sistema financiero español. También algunas de origen alemán, como Commerzbank, se sentían atraídas por la mayor rentabilidad que podían obtener si prestaban el dinero a entidades españolas.
Las entidades galas y alemanas continúan siendo las más generosas en el mercado de repos. Las que operan desde Londres, incluyendo las estadounidenses, han vuelto a bombear dinero hacia la deuda pública española, con el objetivo de quedársela hasta vencimiento. A cierre de febrero, la deuda soberana en manos de inversores extranjeros ascendía a 240.382 millones de euros, frente a los 191.836 de agosto del año pasado. Y no solo eso: también contribuyen a reducir la necesidad del dinero del BCE a través de operaciones en el mercado de repos.
El Banco Central que preside Mario Draghi prestó a la banca española unos 271.840 millones de euros en febrero, según la media mensual de los datos diarios. La cifra es cuantiosa –supone casi el 32% del total prestado por el BCE– pero ha disminuido en una tercera parte desde el récord de agosto de 2012, cuando la dependencia llegó a tal punto que el sistema financiero nacional le debía al BCE cerca de 390.000 millones. El interés que cobra es bajo; exactamente el precio del dinero: el 0,75%.
Más barato
Pero ahora resulta más atractivo –y es mucho más estético de cara a potenciales inversores– tomar prestada la liquidez en el mercado de repos. En este se paga en el día a día entre el 0,05% y el 0,10%; a un mes, en torno al 0,40%; y a tres meses, alrededor del 0,50%. Estos precios son algo superiores a los recogidos por el boletín de marzo del Banco de España, que incluye las operaciones de todas las entidades de la zona euro (y no solo de las españolas), durante los meses de febrero y marzo, “situándose en el 0,33 % a seis meses y en el 0,55 % para las operaciones con plazo de vencimiento de un año”. El miércoles, se movieron 22.812 millones de euros en el mercado repos, según los datos del Banco de España.
Las cifras contrastan con los poco más de 10.000 millones de euros que se han llegado a negociar en las jornadas más duras para la credibilidad de España y de su sistema financiero.