Industria aplica desde hoy la norma que creará un déficit de tarifa en el butano
El mecanismo ha generado ya un desajuste La bombona costará 17,13 euros La revisión se hará cada dos meses
El precio de la bombona de butano sube desde hoy martes un 5%, hasta los 17,13 euros (IVA e impuesto especial incluidos), según la orden ministerial que fija la nueva fórmula de revisión de los precios de los gases licuados de petróleo (GLP) aprobada por Industria y publicada ayer en el BOE. Tras el vacío legal en que estaba sumida la revisión de los precios del GLP envasado (butano y propano) desde principios de año, la orden establece ahora una nueva fórmula para la determinación automática de los precios máximos antes de impuestos, que se revisarán cada dos meses en lugar de cada tres como hasta ahora.
Como novedad, se fija una limitación en las subidas del 5%, aunque los costes resulten superiores. Si es así, las subidas por encima de dicho porcentaje se recogerán en revisiones posteriores, por lo que los operadores los recuperarán en cualquier caso. De esta manera, queda abierta la puerta a la generación de un déficit de ingresos similar al que se produce en la tarifa eléctrica, tal como denunció la Comisión Nacional de la Energía (CNE) en el informe sobre dicha orden ministerial. De hecho, según aseguran fuentes de las operadoras, los costes ya se sitúan por encima de ese 5%, por lo que la norma nace con un déficit de tarifa. Los técnicos de las empresas estuvieron ayer haciendo los cálculos para determinar con exactitud en cuánto se supera el techo que, en teoría, se sumaría a la revisión del siguiente bimestre.
Según una nota de prensa remitida ayer por Industria, con este sistema se prentende “proteger a los consumidores de una volatilidad excesiva en precios en un producto de marcado carácter social”. También se revisan los costes de comercialización para ajustarlos a la realidad a la vez que se desindexan del IPC, repartiéndose además el incremento resultante en 2013. La orden también establece un precio máximo anual para la bombona de butano de 12,5 kg en todo el territorio, que queda fijado en 17,5 euros, impuestos incluidos, hasta marzo de 2014.
La CNE advirtió del peligro de un desajuste “explosivo” del precio del butano con el nuevo mecanismo y consideró en su informe que el tope en el precio máximo puede introducir “un término de déficit en este sector”. En iguales términos se pronunciaron las empresas a través de su asociación AOGLP en las alegaciones presentadas ante la CNE.
Según las simulaciones realizadas por el regulador con datos históricos de cotizaciones internacionales desde 1998 y costes de comercialización, el tope propuesto en la orden para el próximo año “se alcanzaría repetidamente en los últimos bimestres”, generando “un aumento explosivo de los desajustes”. Por esta razón, el organismo propuso eliminar dicho tope, ya que impedirá a las empresas recuperar los costes y acarrearía varios “efectos indeseables”: desalienta la entrada de nuevos operadores, al no tener una rentabilidad mínima; perjudica la eficiencia energética, al subvencionar el consumo; puede crear desabastecimiento y distorsionar la decisión de consumir distintos tipos de energía. La CNEreclamó la liberalización para el butano y el propano.
Las asociaciones de usuarios critican la subida
Facua-Consumidores en Acción y Ceaccu han calificado la subida del precio de la bombona de butano en un 5% de “varapalo” para los usuarios y las economías “de más de ocho millones de consumidores que utilizan este bien de primera necesidad”.
En declaraciones a Europa Press, el responsable de Economía y Energía de Ceaccu, Fernando López Romano, pidió al Gobierno que ponga en marcha medidas “que defiendan la salud económica de los ciudadanos en lugar de favorecer a las grandes empresas del sector”. Y criticó que la subida se haya realizado mediante una orden ministerial.
En la misma línea se mostró el portavoz de Facua, Rubén Sánchez, quien cree que las compañías energéticas “cada vez ganan más”, por lo que ha abogado por que el Ejecutivo cambie el marco regulatorio de la energía “para que la evolución tarifaria tenga en cuenta elementos como la situación económica de las familias”. Según Sánchez, el marco actual “perjudica al consumidor y nunca a las grandes empresas, porque los precios se fijan por su evolución en los mercados mayoristas”. Por ello, cree que la situación no se revertirá “nunca” si no se modifica ese modelo regulatorio.