Las reservas para Semana Santa se desploman un 25%
Las empresas piden un plan de choque para evitar más despidos de cara a temporada alta Critican el agravio comparativo que sufren frente al sector de la automoción
La actividad turística ha empezado a emitir en el primer trimestre de este año algunas señales de alarma que las estadísticas han acabado de confirmar. La entrada de turistas extranjeros ha caído durante dos meses consecutivos (diciembre de 2012 y enero de 2013), algo que no sucedía desde finales de 2009, mientras que los viajes de los visitantes nacionales iniciaron una caída libre desde mediados del pasado ejercicio que no se ha frenado. La primera tendencia parece que se está corrigiendo, con una tendencia al alza en reservas de los turistas británicos y alemanes (nuestros dos principales mercados emisores) de cara a la temporada alta, pero la segunda, lejos de contenerse, sigue acelerándose. Yuna buena prueba de ello es la Semana Santa, un período de vacaciones en el que una gran mayoría de viajeros son nacionales, puestos que los extranjeros no gozan de vacaciones durante ese período.
Las primeras estimaciones no pueden ser más negativas. El presidente de la Confederación de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Juan Molas, planteó ayer un panorama sombrío de cara a la Semana Santa. “El 50% de la planta hotelera vacacional estará cerrada y las reservas, a falta de siete días, han caído un 25% con respecto al anterior ejercicio”, remarcó durante la presentación del Observatorio de la Industria Hotelera, elaborado conjuntamente con PwC.
Promocionar España entre los españoles
Entre las peticiones que la patronal hotelera le hizo llegar al ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria destaca la de promocionar España como destino turístico entre los españoles. “El Gobierno y las comunidades autónomas deben poner en marcha una campaña de comunicación para animar a los españoles a pasar sus vacaciones en España”, recalcó el presidente de la patronal, consciente de que el 50% de los viajes que se realiza en territorio nacional lo hacen residentes.
A su juicio, esta campaña serviría para reforzar a marca España desde la perspectiva turística y permitiría un respiro para una industria que ha sufrido varios terremotos en muy poco tiempo. Por un lado, el preconcurso de Orizonia y el ERE ha afectado a 2.400 trabajadores y ha dejado un agujero de 150 millones de deudas a los hoteleros que, a juicio, de su presidente “están en el alero”. A esos despidos se han unido los que se han anunciado algunas cadenas hoteleras, como NH o Paradores, lo que ha mermado la capacidad del sector para generar puestos de trabajo. De hecho, el presidente de la patronal auguró que este ejercicio será muy complicado en materia laboral. “Si no cambian mucho las cosas, mucho me temo que no se cree empleo”, apuntó.
En este contexto de caída de la actividad y de empleo, Molas reclamó una modificación urgente de la ley de huelga. “El último episodio de Iberia no puede ni debe repetirse. Los diez días de huelga convocados por los sindicatos le han costado al país cientos de millones de euros”, concluyó.
Molas confió en que esa caída se puede atenuar en los próximos días, como consecuencia de las reservas de última hora (un fenómeno que se ha extendido en los últimos meses en busca de mejores precios), aunque apuntó que este fenómeno es un síntoma de lo deteriorado que se encuentra el turismo interno. “En 2012, la ocupación fue del 75%, este año será inferior puesto que apenas hay demanda internacional y todo lo que se vende es para turistas nacionales”, ha remarcado. El presidente de la patronal alertó que este deterioro puede contagiarse a la temporada alta, en especial por la subida continuada de tasas aéreas, que está provocando un retroceso del número de pasajeros y de operaciones. En 2012, el número de viajeros cayó un 5% (una rebaja del 12,5% para los nacionales y del 0,5% para los extranjeros) y en el primer mes de 2013 esa caída se ha profundizado hasta el 12,5%, repartida entre turismo interno (-14,6%) y extranjero (-5,5%). “No entendemos la escasa sensibilidad del gobierno respecto al sector aéreo. Entre 2010 y 2013 las tasas aéreas han subido un 68,18% de media en los aeropuertos españoles. Esa subida ha sido del 113,5% en Barajas y del 108,5% en el Prat”, ha subrayado Molas, quien ha advertido que se puede producir un descenso sin precedentes de viajeros y de operaciones en temporada alta.
En su intervención, el presidente de la patronal ha criticado el agravio comparativo que sufre el turismo frente a otros sectores, como la automoción, al que el Ejecutivo sí ha atendido parte de sus reclamaciones. “Se le ha dotado con una partida extraordinaria de 190 millones para el Plan PIVE, que no estaba contemplada en los Presupuestos, mientras que al turismo se le ha recortado un 30% la dotación para el programa Imserso”, apuntó enfadado. En su opinión, esta decisión es un grave error, “ya que este programa genera estabilidad en el empleo, permite a los hoteles estar abiertos y es rentable para el Gobierno, ya que recupera 1,5 euros por cada euro que invierte”.
Con todas estas condiciones, Molas exigió un plan de choque para proteger al turismo del efecto de la crisis y presentó una batería de medidas, que ayer mismo envió al ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria. Entre las peticiones destaca la posibilidad de que las pymes hoteleras puedan aplazar pagos a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria sin que se vean penalizadas con un recargo del 20%.