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Cementos Occidentales

Los cachorros del cemento

Cementos Occidentales reúne en su consejo apellidos ilustres del negocio del cemento Koplovitz, Hernando y Hatchwell ocupan puestos en la compañía El grupo de El Pocero registra pérdidas y negocio sólo entre sus empresas

Hay apellidos que evocan industrias. Como Botín a la banca o Pascual a la alimentación. Los de Koplowitz, Hernando y Hatchwell están ligados indisolublemente al sector cementero. Ernst Koplowitz, padre de Alicia y Esther, fallecido en 1962, creó en España en los años cincuenta del pasado siglo el gérmen de lo que hoy es FCC, Cycsa. Francisco Hernando (El Pocero), fue uno de los mayores empresarios ligados al cemento en la época del boom inmobiliario. Mauricio Hatchwell, fallecido en 2011, creó en 1971 uno de los grandes grupos cementeros europeos, Excem, con sede en Madrid.

Sus descendientes siguen en el negocio del hormigón. Philipe Hatchwell Altaras, hijo de Mauricio Hatchwell; Francisco Hernando del Saz, hijo de Francisco Hernando; y Pedro Cortina Koplowitz, hijo de Alicia Koplowitz, son consejeros de la empresa Cementos Occidentales, constituida en 2002.

“La idea la tuvieron nuestros padres, ellos la crearon, con todo el ánimo del mundo, y los hijos hemos ido entrando en el consejo”, explica Philipe Hatchwell, nacido en 1970, consejero delegado de Cementos Occidentales.

El ejecutivo de Cementos Occidentales es licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Buckingham (Inglaterra) y trabajó en la división de Gestión de Activos del Republic National Bank en Nueva York, y más tarde en la división de Trading de Goldman Sachs. Es consejero delegado de la división de cemento del grupo Excem.

La familia Hatchwell tiene una relación de fuerte amistad con la familia de Sheldon Adelson, el presidente y principal accionista de Las Vegas Sands, la compañía que proyecta construir Eurovegas en Alcorcón (Madrid). El hermano de Philipe, David, ha sido clave en las negociaciones entre el Gobierno de Madrid y la multinacional estadounidense.

Al igual que el resto de empresas del sector, la cementera de los Hatchwell y compañía está pasando un momento complicado.

La industria del cemento vive uno de los peores momentos de su historia. En enero el consumo de cemento en España ha sido de 892.783 toneladas, 245.000 toneladas menos que las que se vendían hace un año y un 80% menos de lo que se consumió en enero de 2007, según datos de Oficem, agrupación de fabricantes de cemento en España.

Al cierre de 2012 el consumo en el país de cemento fue de 13,5 millones de toneladas, similar al registrado en los años sesenta del pasado siglo. Y para 2013 Oficem prevé un consumo de 11 millones de toneladas. “En España ahora se consume menos cemento que en Argelia o en Marruecos”, indican en la asociación, que reúne a empresas dedicadas a la producción integral de cemento. A pesar de que el sector ha registrado aumento de las exportaciones, las cifras no compensan la caida en el interior.

“Ahora nuestro reto es mantener la empresa, no hay actividad cerca de la fábrica”, admite Philipe Hatchwell sobre Cementos Occidentales. La compañía está participada por Agruhold (25,55%); Corporación Financiera Alcor (25,55%); Excem (19,29%); Obras Nuevas de Edificación 2000 (17,58%); y Straps Proyectos Inmobiliarios (12,03%).

De acuerdo a las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil por Cementos Occidentales, correspondientes al ejercicio 2011, en diciembre de 2010 la empresa absorbió Cementos del Tajo, Cementos Galegos y Cementos Cartagena. En septiembre de 2011 la compañía vendió la marca Cementos del Tajo ingresando cinco millones de euros. La multinacional Cemex se hizo con el negocio de Cementos del Tajo. Estas operaciones permitieron a Cementos Occidentales anotarse un beneficio de 11,6 millones en 2011 (0,4 millones en 2010), a pesar de la caída del negocio.

El grupo firmó en 2005 un crédito de 23,1 millones que amplió a 28,8 millones en 2006 con Bancaja, CAM, ICO, Sabadell, Barclays, Caixa Catalunya, Popular, Bankinter, Banco de Valencia, Ibercaja y Pastor. Con ese préstamo acondicionó la fábrica de Noblejas, en Toledo, arrendada a Cemex. El cumplimiento del pago del préstamo y el mantenimiento del arrendamiento de la fábrica, que terminó a mediados de 2012, son los principales retos de la empresa.

El grupo de El Pocero, en pérdidas

Grupo Francisco Hernando Contreras, que engloba a empresas controladas por Francisco Hernando, El Pocero, perdió 8,6 millones de euros en 2011 (1,09 millones de pérdidas en 2010). De acuerdo a las cuentas de ese ejercicio de la compañía, las últimas depositadas en el Registro Mercantil, el grupo de El Pocero ingresó un millón de euros (2,2 millones en 2010). El negocio de Grupo Francisco Hernando se limitó a “servicios de asesoramiento y dirección facturado a empresas del grupo”. Entre las sociedades del grupo de Hernando se encuentra Obras Nuevas de Edificación 2000, responsable de la edificación del complejo urbanístico de Seseña. El proyecto contemplaba la construcción de 13.500 viviendas, aunque finalmente se levantaron 5.096 viviendas. En 2008 la banca que financió a Hernando acordó quedarse con 2.000 viviendas de Seseña, lo que permitió a la empresa registrar ese año un beneficio de 88 millones de euros. Dos años después la compañía perdió 22 millones.

 Las otras empresas de Grupo Hernando son Lady Mónica II (de embarcaciones, sin actividad); Nuevo Semanal de Seseña (una publicación, sin actividad); Jets Personales (aviones, sin actividad); y Nueva Edificación 2000, creada para levantar un proyecto inmobiliario en Guinea Ecuatorial que finalmente no se produjo. Hernando demandó ante el Ciadi al país.

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