Praga irreverente
Proliferan las tiendas de diseño
La tumba del rabino Loew en el cementerio judío de Praga está repleta de papelitos con los deseos de todos aquellos que se acercan a esta ciudad, enclavada en el corazón de Europa, y que desean que se cumpla algún sueño, siempre que no sea monetario. Y es la Ciudad Judía de Praga, con sus seis sinagogas y su cementerio, uno de los lugares más visitados por los turistas.
La primera impresión, para aquellos que llegan a esta ciudad por vez primera, es de sorpresa ante su imponente monumentalidad, de la que uno puede hacerse una idea –es visita obligada– con solo asomarse a la ventana abierta que es la catedral gótica de San Vito en el castillo de la ciudad. Pero Praga es mucho más que todo esto. Es monumental, por algo fue declarada en 1992 Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, pero también es irreverente y moderna.
El paseo por el barrio Malá Strana nos conduce a uno de los lugares más interesantes de la ciudad, cerca del popular y siempre concurrido puente de Carlos:el Museo Kampa, de arte moderno y contemporáneo, a orillas del río Moldava, y uno de los edificios más bonitos de la isla de Kampa, que acoge obras de artistas checos contemporáneos como Frantisek Kupka u Otto Gutfreund. La ciudad está sembrada de obras del artista más rebelde y polémico de la República Checa, David Cerny. En cualquier rincón de la ciudad hay una obra suya. La entrada del Museo Kampa está adornada con unos gigantescos bebés. Quien visite el Museo Kafka también encontrará en la entrada la escultura de dos hombres que orinan a la vez que giran sus caderas. En una de las galería art nouveau del Palacio de Lucerna se puede hallar una parodia de la estatua de san Wenceslao, el patrón checo sentado en un caballo muerto con las patas hacia arriba.
Otro de los lugares de visita obligada para aquellos que deseen conocer un poco del arte moderno checo es el Centro de Arte Contemporáneo DOX, coronado por una giratoria calavera de color rojo del mismo Cerny. Este museo acoge interesantes exposiciones: una de cómics (estará hasta el 20 de mayo), con un repaso a este género desde 1922;otra del artista polaco Krzysztof Wodiczko, conocido por sus performances en espacios públicos.
Praga es también conocida por su arquitectura, por sus iglesias barrocas y por sus innumerables torres (dicen que hay un centenar), por su art noveau, pero también por acoger ejemplos de cubismo arquitectónico, como el Museo del Cubismo Checo en la Casa de la Virgen Negra, construido por Josef Gocár y concebido como un canto a la modernidad en el barrio de la Ciudad Vieja.
La capital checa es una ciudad para pasear, callejear, si puede ser lejos de las concurridas calles del centro, recorrer la señorial calle de París (la más cara y donde se concentran las firmas de moda y diseño) en el barrio judío, descubrir un mercado diario chino, que se ha convertido en uno de los lugares preferidos por ejecutivos y profesionales para almorzar, o asistir a una sesión de teatro negro. Y, por supuesto, nadie puede marcharse de Praga sin tomar una cerveza Pilsen.
Guía para el viajero
CÓMO IR
Czech Airlines tiene aviones que salen desde Madrid todos los días,y hasta 11 vuelos semanales desde Barcelona (www.czechairlines.com).
DÓNDE DORMIR
Praga tiene buena oferta hotelera. La cadena Barceló cuenta con dos hoteles bien ubicados. En el centro histórico se encuentra Old Town Praha, un edificio del siglo XVII. Más moderno es el hotel Barceló Praha Five, en la zona de compras de la ciudad (www.barcelo.com).
DÓNDE COMER
La comida típica es el cerdo asado, pero hay numerosos locales con cocina internacional:Cafe-Cafe (www.cafe-cafe-cz) o Cukrkvalimonada (www.cukrkavalimonada.com).
Más información: Oficina de Turismo de la República Checa: 91 359 78 15. www.czechtourism.com