Soy ingeniero de caminos en España y en el resto del mundo
Fomento facilitará la contratación de estos profesionales en el exterior De contar con pleno empleo, los ingenieros sufren ahora una tasa de paro del 13%
Muchas veces las grandes ideas surgen de una simple anécdota. Hace unos meses, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, le pidió a la ministra de Fomento, Ana Pastor, de visita en el país, currículos de ingenieros de caminos españoles, ya que era consciente de que son los mejores. La ministra, con buen criterio, no perdió la oportunidad y sugirió al mandatario caribeño la posibilidad de establecer un convenio permanente de colaboración entre ambas naciones para exportar ingenieros españoles a la zona. Fruto de esa iniciativa existen ya más de 300 historiales profesionales de ingenieros de caminos con destino Panamá.
Y las autoridades españolas, en colaboración con el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos debieron pensar: “quien dice Panamá, dice Perú, Chile, Colombia, Brasil, Europa, EEUU, Asia, Australia y todo el mundo”.
Sin embargo, aún teniendo fama de ser los mejores profesionales por su formación y capacidad de trabajo, existe un importante obstáculo: la homologación de su titulación en numerosos países. El colegio ha podido comprobar cómo muchos ingenieros que están emigrando fuera de España en busca de una oportunidad mejor que la que les ofrece el mercado laboral local han tenido problemas para que les sea reconocido en su nuevo destino el título de ingeniero.
A ello pretende dar respuesta el convenio suscrito ayer entre el Colegio de Ingenieros de Caminos y el Ministerio de Fomeno, a cuya firma asistieron la propia ministra y el presidente de dicho organismo colegial, Juan Antonio Santamera.
Así, este acuerdo pretende promover las mejores condiciones de trabajo posibles en los países donde se desarrollen proyectos de obra pública y compitan empresas españolas. Asimismo, se apoyará la promoción de la imagen de la ingeniería civil española fuera de las fronteras, así como la exportación de conocimientos y tecnología de la ingeniería civil española y el reconocimiento de títulos en el extranjero.
En este sentido, Pastor se ha comprometido a cerrar con el ministro de Educación, José Ignacio Wert, un acuerdo para aprobar cuanto antes la orden ministerial que equipare los títulos de ingeniero de caminos españoles con los que se exigen a nivel europeo y en el resto de países.
Fuentes del Colegio de Ingenieros de Caminos confirman que esperan que en el plazo de dos semanas esté lista dicha orden, según la cual todas las ingenierías de 300 créditos o cinco años estarán reconocidas a nivel internacional. Y es que las empresas constructoras españolas, con presencia en todo el mundo, reconocen que obtienen más puntos en los concursos de licitación pública si todos los profesionales que ellos llevan a trabajar a otro país tienen su titulación perfectamente convalidada.
Agencia de colocación
El protocolo también establece que el Ministerio de Fomento comunicará las peticiones de profesionales del sector recibidas de autoridades, administraciones públicas o empresas extranjeras para cubrir puestos de trabajo vacantes.
Por su parte, el Colegio de Ingenieros de Canales, Caminos y Puertos actuará como intermediador laboral, ya que ha sido autorizado a operar como agencia oficial de colocación. De este modo, todos aquellos titulados interesados en trabajar fuera de España podrán dirigirse al colegio con el fin de presentar su historial académico y laboral. El colegio entonces seleccionará los currículos que mejor se adapten a los requerimientos y necesidades demandadas por las empresas. Una comisión mixta formada por tres miembros de cada parte (colegio y Fomento) realizará el seguimiento del protocolo, cuya duración será de dos años prorrogables por periodos de otros dos, y la propuesta de acciones de desarrollo del mismo.
Este colectivo ha sido uno de los más perjudicados por el crac inmobiliario y, sobre todo, por el parón de la inversión pública en obra civil. De hecho, estos profesionales han pasado de disfrutar de pleno empleo, cuando incluso las empresas acudían a las facultades de ingeniería a reclutar a los mejores; a contar con una tasa de paro del 13%. “Más de 3.000 ingenieros de caminos se encuentran sin trabajo y eso es algo inaudito para una profesión considerada de muy alta cualificación”, recuerdan en el sector.
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