Metodologías de innovación para el directivo
Néstor Guerra es empresario y profesor de la EOI Escuela de Organización Industrial. Después de una enriquecedora etapa en el mundo corporativo, se ha lanzado a crear sus propios proyectos. Pero se ha atrevido a pensar de otra manera, a utilizar una metodología diferente para emprender. Su paso por Imagine Creativity Center en San Francisco le abrió los ojos a un universo nuevo, un entorno que utiliza las metodologías de innovación para el desarrollo de negocios. "Lo más interesante de Silicon Valley es conocer cómo el ecosistema de emprendimiento, conocimiento y universidades se interrelaciona: crea un mundo de oportunidades".
Su interés por la docencia viene por la extensa relación que mantiene con la EOI, donde cursó el Executive MBA. Ahora es imparte sucesivos cursos sobre innovación, metodologías de trabajo, técnicas de creatividad y modelos de innovación. "El ejercicio de enseñar es un aprendizaje de todos. Mediante la docencia, valido mis propias ideas, discuto con alumnos y avanzo. Empecé con pequeños talleres con amigos emprendedores y he acabado impartiendo docencia regular en la EOI. No soy profesor, pero la docencia me enriquece", aclara con humildad.
La emergencia de los nuevos modelos de negocio y la consolidación de los emprendedores van de la mano."Éste es el mejor momento para emprender", repite como karma, "porque es más fácil obtener los recursos necesarios (equipo, financiación o acceso a otros mercados). El mito del emprendedor en el garage es una realidad creciente. Podemos pensar en Android y en otras tantas iniciativas que nacieron así". Son las nuevas reglas del juego: "Tenemos un entorno global. Logística, internet, ventas y expansión internacional solo se conciben en ese contexto. No podemos crear barreras o colocar fronteras irreales. Es el lado positivo de la globalización". España no es una excepción: "el cambio es progresivo, pero no hay quien lo pare. No me cabe duda. Los alumnos han comprendido que el cambio está aquí. O emprendes y tienes iniciativa o vamos a ver demasiadas oportunidades a medio plazo. Mi generación fue privilegiada (nos reclutaban antes de acabar la carrera), pero esos tiempos no van a volver. Ahora ya saben que tienen que emprender. Les gustará más o menos, pero lo han asumido como the new normal." Tal cambio afecta a la sensibilidad de las escuelas de negocio, que ha variado el rumbo para atender a las nuevas demandas. "No basta con Porter, sino que reclaman al profesorado algo diferente: dame algo de valor, que yo sepa aportar valor para el cliente, generar un negocio y que pueda vivir de ello". El lema es sencillo: "Necesitamos crear valor y crear nuestros propios puestos de trabajo."
¿Cuál es la propuesta de Néstor Guerra? Pensar el negocio de forma diferente. "Nos han enseñado a no pensar, a repetir procesos mecánicos . Estamos muy bien formados, pero no estamos enseñados a tomar la iniciativa y liderar procesos de cambio", explica antes de rechazar el modelo clásico de enseñanza. "El plan de negocio no tiene sentido al principio cuando trabajamos sobre hipótesis que no conocemos. Un plan suele acumular demasiadas opiniones y pocos datos o evidencias que no se sustentan. Antes de escribir una línea, sal fuera y valida tus ideas. El plan de negocio podría ser papel mojado."
No se trata de negar el valor de los planes de negocio, pero "pero antes de ejecutar, comprueba hasta dónde llega tu propuesta de valor. El ejercicio es sencillo: lo que no aporte valor al cliente sobra". Cita al profesor Steven Blank, "un plan de negocio no resiste al primer cliente", para recordar que la teoría y la práctica tienen que ir de la mano, que en este caso es la relación directa con el cliente.
Por eso, como ejercicio académico, el plan de negocio es un buen instrumento, pero poco más. "Hay que prototipar, salir a la calle para hablar con los clientes y comprobar qué soluciones de las que proponemos interesan de verdad y cuáles no. ahí reside el valor y sobre ella podemos construir la propuesta". Así trabajarán en el nuevo Máster en Dirección y Gestión de Negocios Digitales de la propia EOI
En síntesis, los emprendedores tienen que cambiar la perspectiva. "Ahora se habla mucho de lean start up o design thinking. No es más que pensar de forma diferente para obtener resultados distintos. Así saldremos de la crisis", concluye. "Vivimos en algoritmia, no en un entorno heurístico. Probar, aprender y observar requiere un método diferente de conocimiento. Hay que aprender otra vez". Por eso, le congratula que la innovación esté cada vez más presente en los programas de desarrollo directivo y no solo en los MBA. Veremos que es solo el principio del cambio.
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