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El grupo reestructurará los servicios centrales tras las últimas compras

CaixaBank abrirá el lunes la negociación con sindicatos para el ajuste laboral

La dirección de CaixaBank ha convocado el próximo lunes a los representantes de los trabajadores para abordar el proceso de reestructuración del grupo tras la absorción de Banca Cívica y Banco de Valencia. Los servicios centrales se verán especialmente afectados, pero también se espera el cierre de oficinas.

Sede de CaixaBank en Barcelona
Sede de CaixaBank en BarcelonaReuters

CaixaBank ha sido una de las escasas entidades financieras españolas que no ha tenido que realizar un ajuste de plantilla durante la crisis. Sin embargo, tras la adquisición de Banca Cívica y Banco de Valencia, el primer grupo financiero dentro de España ha decidido acometer una importante reestructuración. De acuerdo con fuentes sindicales, la dirección de la entidad ha convocado a los representantes de los trabajadores para el próximo lunes para abrir las negociación de cara a un importante ajuste de la plantilla.

El número de empleados de CaixaBank creció en 5.632 personas en 2012 (hasta llegar a 32.625 trabajadores), tras la incorporación de la plantilla de Banca Cívica. A esta cifra se sumarán en breve más de 800 empleados que queden en de Banco de Valencia (adjudicado en subasta a CaixaBank) tras su reciente ERE.

El presidente de la entidad catalana, Isidro Fainé, ya reconoció durante la presentación anual de resultados que habría que adaptar la estructura del grupo a la nueva realidad. En concreto, señaló que CaixaBank no podía contar con siete servicios centrales distintos (Banca Cívica era producto de la fusión de cuatro cajas de ahorros, cada una de las cuales contaba con sus propios servicios centrales).

Y se comprometió a abordar la reestructuración de la formamás racional y pactada que fuera posible. La cifra de personas que podrían verse afectadas es aún una incógnita. Tras materializarse la absorción de Banca Cívica, algunas fuentes indicaron que el grupo tendría que cerrar 1.000 oficinas y prescindir de 3.500 trabajadores.

Fuentes oficiales de la entidad consideran que es imposible dar un dato concreto porque "todo dependerá del proceso de negociación con los sindicatos". Por parte de los representantes de los trabajadores, una de las líneas básicas que plantearán cuando se sienten a negociar será que las salidas que se produzcan no sean forzosas.

"Queremos que la posible reducción de plantilla se realicemediante medidas no trau- máticas, a través de prejubilaciones y salidas incentivadas", apunta un responsable sindical, indicando que el modelo de actuación a imitar debe ser el pacto logrado en la absorción de Banesto por parte de Banco Santander, y no el seguido en la banca nacionalizada.

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