Orizonia salva in extremis 800 empleos con la venta de la aerolínea Orbest
Orizonia trató ayer por todos los medios evitar el concurso de acreedores y limitar el número de despidos que va a tener que afrontar tras fracasar la compra por parte de Globalia. Finalmente solo se salvarán 800 de los 5.000 puestos de trabajo, gracias a la más que probable venta de parte del negocio de la aerolínea Orbest. La dirección avanzó a los trabajadores que el ERE y la suspensión de pagos se presentarán la semana que viene.
A lo largo de seis horas, el presidente de Orizonia, José Duato, mantuvo ayer en Palma de Mallorca una reunión con los representantes de los tres grupos de inversión propietarios de la empresa (Carlyle Group, ICG Equity Fund y Vista Capital) y de los trabajadores con el fin de mitigar los efectos que la frustrada compra de Globalia tendrá a corto plazo. Si nada lo remediaba, la empresa entraría en concurso de acreedores, tendría que despedir a sus 5.000 empleados y debería vender gran parte de sus activos para obtener la liquidez que le ahoga.
A la salida del encuentro, un portavoz de los trabajadores señalo que la empresa comunicó que solo se van a a poder salvar 800 empleos en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectará finalmente a unos 4.000 empleados, gracias a la venta de parte de la aerolínea Orbest. La compañía no desveló la identidad de las ofertas que manejaba, aunque algunas fuentes apuntaron que la línea que había suscitado el interés de los inversores es la parte de Portugal, lo que, según sus cálculos, permitiría mantener los 800 empleos, dado que muchos servicios de este país se gestionan desde Palma de Mallorca. La aerolínea opera vuelos con salida y destino a Oporto, Faro y Lisboa.
La dirección confirmó a los trabajadores que la nómina de febrero está "más o menos asegurada" y que el expediente de regulación de empleo (ERE) se presentará la semana que viene y afectará finalmente a 4.000 empleados. La dirección también les anunció que al mismo tiempo se presentará el concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a sus compromisos. Una situación que, sin embargo, tratarán de evitar desde el Gobierno. "Lamento profundamente que no se haya podido llegar a un buen acuerdo entre esta empresa y Globalia. Espero que a lo largo de los próximos días pueda encauzarse la situación para que esta empresa siga existiendo, siga prestando servicios en el sector turístico y no se pierdan los miles de puestos de trabajo que dependen del grupo Orizonia", resaltó el ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria, ayer en Bruselas. Fuentes de Orizonia, sin embargo, criticaron el papel del Ejecutivo en todo el proceso y en especial, el de la CNC, "que ha demorado el proceso cuando una de las compañías no se lo podía permitir".
Al mismo tiempo que se celebraba esta primera reunión, cerca de 500 trabajadores se concentraron frente a la sede de Orizonia y profirieron gritos de protesta contra la compañía. "Manos arriba esto es un atraco", "No hay pan para tanto chorizo" o "Los malos se esconden y los buenos dan la cara", fueron algunos de los lemas mas coreados. Por su parte, una familia se encerró en una sucursal de Vibo Viajes en el Puerto de Santa María (Cádiz) para reclamar la devolución de los 3.700 euros que habían dado como señal para una estancia en agosto en Disneyland París. El portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Enrique García, recomendó a los consumidores afectados que presenten reclamaciones por escrito y exijan el dinero de sus viajes.
Nada más conocerse el desenlace empezaron a llegar las primeras críticas a la gestión de la compañía. El presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Rafael Gallego, afirmó que los problemas de Orizonia vienen desde hace seis años. "La empresa tiene un aplazamiento de pago a proveedores de 200 millones por la mala gestión comercial", apuntó. Solo a los hoteleros madrileños les debe dos millones de euros, mientras que a los de Benidorm les debe un millón, según denunciaron ayer sus patronales.
Barceló solo realizará compras selectivas
El anuncio de Orizonia de que iba a vender activos y a proceder a despidos masivos tras el preconcurso de acreedores y la fallida operación con Globalia sacó a la palestra a un invitado inesperado. Barceló, que fue el primer grupo que realizó en diciembre una oferta para adquirir Orizonia y cuya propuesta fue rechazada por algunos de los acreedores, salía ayer en todas las quinielas como un posible comprador de alguno de los negocios de los que tendrá que desprenderse Orizonia para hacer frente a su delicada situación, como Vibo Viajes o la aerolínea Orbest.Fuentes del grupo mallorquín descartaron que vayan a comprar algunos de los negocios de los que tenga que desprenderse la compañía presidida por José Duato y que solo estarían dispuestos a realizar compras selectivas. "Igual podríamos estar interesados en alguna cartera de clientes, en alguna oficina minorista o en alguna ruta. Lo que tenemos claro es que no vamos a hacer ninguna oferta ni vamos a entrar en ninguna puja con otras empresas. Por ahora solo estamos manteniendo contactos para absorber algunos negocios", remarcaron fuentes de la compañía.Y entre ellos destacan algunas agencias de Vibo Viajes que puedan ser interesantes por su ubicación o que puedan complementar su negocio e incluso intentar asumir algunas de las franquiciadas. "Nuestra intención es dar cobertura a aquellas agencias que, sin ser propiedad de Orizonia, se han visto perjudicadas por la prohibición de la IATA a que emitan billetes aéreos. Lo que les vamos a ofrecer es que se integren dentro de nuestra estructura con las condiciones de nuestros franquiciados".