La banca debe reducir sus primas
raciones de los banqueros no es si son demasiado altas, sino cuál es la mejor forma de bajarlas. Las autoridades europeas están cerca de llegar a un acuerdo que limitaría las primas a una o dos veces el salario fijo.
Un tope a los bonus ayudaría a los jefes que reconocen la necesidad de reducir las remuneraciones. Lamentan los retornos que están muy por debajo del coste de capital y saben que la única forma de satisfacer a los accionistas, sin mencionar a políticos y votantes, es dar menos a los empleados.
Pero estos gestores dicen que están impotentes, porque una decisión unilateral tendría un grave efecto en sus propios negocios. Tal vez sea así, pese a que los reguladores antimonopolio difícilmente habrían puesto problemas si los principales bancos mundiales hubiesen acordado limitar los pagos. Un tope a las primas pondría a todo el mundo en el mismo y menos lustroso barco.
Por supuesto, los jefes podrían subir sus salarios lo suficiente como para maquillar la pérdida de sus bonus, añadiendo la penalización de la poca flexibilidad al insulto de un excesivo salario. Pero sería igual de probable que aprovecharan la oportunidad para reducir sus costes, al tiempo que harían más discrecionales las primas. Una idea, abrazada en privado por al menos un gestor bancario de Reino Unido, es que los bancos solo pagarían primas por los ingresos que superen los costes de capital. Un límite de dos veces el salario haría de los bancos una industria más normal. El bonus anual medio para ejecutivos de empresas de alta y media capitalización es del 170% el salario. Claro, algunas estrellas podrían emigrar para esquivar el tope. Pero no habría trabajos para más que una pequeña parte de los banqueros que cobran mucho más de lo que valen.
Reguladores y políticos siempre han visto la intervención para recortar las pagas en la banca como un equivalente a abrir la caja de Pandora. Limitar los bonus haría un servicio, el de mostrar que no hay nada que temer de su interior.