Las transferencias al 'banco malo' reducen la mora de la banca al 10,44% al cierre de 2012
La tasa de créditos impagados en la banca española batió en 2012 el anterior récord alcanzado en la crisis de los noventa y cerró en el 10,44%. La cifra se moderó desde el 11,37% de noviembre, aunque la caída se debe únicamente al trasvase de activos tóxicos al banco malo. El sector prevé un nuevo repunte en enero, hasta tocar techo en la recta final del año.
La morosidad de la banca española ha finalizado el año bajo la falsa apariencia de un descenso que, lejos de ser real, está motivado solo por el efecto de la creación del banco malo, conocido como Sareb. El trasvase de activos tóxicos -activos adjudicados y créditos al sector inmobiliario- a este vehículo tiene como consecuencia directa una reducción del volumen total de crédito que contabiliza el Banco de España y el descenso correspondiente del saldo de créditos dudosos, que pasó en el mes de diciembre -el mes en que se constituyó Sareb- a 167.447 millones de euros, frente a los 191.588 millones de euros de noviembre.
La tasa de morosidad del sistema financiero español cierra por tanto el año en el 10,44%, marca su primer descenso tras 17 meses de subidas y también su cota más baja desde julio de 2012, aunque no se deba a una mejora real en los pagos de los créditos sino a la recolocación de activos tóxicos que ha supuesto la puesta en marcha del banco malo.
Fuentes financieras reconocen que, descontando el efecto de la creación de Sareb, la morosidad habría vuelto a subir en el mes de diciembre, sin que sea posible disponer de una estadística con la que avanzar cuál es la verdadera tasa de impagos con la que el sistema financiero español ha cerrado 2012. Después de todo, el nivel de morosidad se ha disparado a lo largo del año desde el 7,84% de diciembre de 2011 y ha rebasado los que hasta la presente crisis eran máximos históricos, los alcanzados durante la crisis de los noventa. Así, hasta lo sucedido en 2012, el récord histórico de morosidad de la banca estaba en el 9,15% de febrero de 1994.
La cartera crediticia de bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito era a diciembre de 1,604 billones de euros, una cifra que se redujo en el mes en 79.500 millones de euros. Según explican en el Banco de España, esta caída se debe en gran medida al trasvase de activos a Sareb y no a un descenso de la financiación a familias y empresas, dentro del proceso de desapalancamiento en el que está inmerso el conjunto del sistema financiero. Esos 79.500 millones de euros incluirían los activos traspasados a Sareb, aunque al valor en libros al que los tenía contabilizados la banca previamente a los descuentos que fue necesario aplicar para el trasvase.
La cifra incluye no solo créditos al sector inmobiliario -dudoso y también sano- sino también activos adjudicados, que en algunos casos se habían contabilizado en la cartera crediticia, según señalan fuentes financieras. Esto explicaría por tanto que el descenso en el mes del volumen de créditos dudosos -de 24.141 millones de euros- sea notablemente inferior al descenso en el conjunto de la cartera de crédito. En cualquier caso, el volumen de activos con que arrancó su andadura Sareb en el mes de diciembre fue de 36.695 millones de euros, procedentes de la banca nacionalizada -Bankia, Novagalicia, Banco de Valencia y Catalunya Banc-, de los que dos tercios son crédito y el tercio restante, ladrillo y suelo.
Nuevo efecto de Sareb en febrero
Fuentes financieras apuntan que el dato de morosidad de enero avanzará un nuevo repunte respecto a diciembre, una vez descontado el efecto de Sareb que, de todos modos, se volverá a notar en el mes de febrero, cuando traspasen sus activos tóxicos las entidades no nacionalizadas pero que han necesitado ayudas -BMN, Liberbank, Ceiss y Caja3-, por un volumen estimado en 15.000 millones de euros. El sector reconoce también que la morosidad seguirá subiendo en 2013, hasta alcanzar máximos en el último trimestre, el momento en que la economía española podría comenzar a arrojar un signo positivo.