Competitividad y sostenibilidad fiscal, las claves de la OCDE para crecer
“Las reformas activas, tanto en los países con déficit en sus presupuestos como en aquellos que no lo tienen, ayudarán a lograr un rápido equilibrio en la economía global, en todo el mundo y en la eurozona”, ha dicho al presentar el informe de la OCDE el secretario general de la organización, el mexicano José Ángel Gurría.
Ha agregado que aunque el crecimiento se enfrenta a muchos problemas, “las medidas tomadas en Europa y en Estados Unidos han rebajado la posibilidad del peor escenario”.
“Hemos alcanzado un punto en el que las acciones valientes y consensuadas dirigidas a alcanzar una correcta relación entre las políticas macroeconómicas y estructurales pueden convertir en realidad un escenario optimista”, ha señalado Gurría.
Según el secretario general de la OCDE, integrada por 34 países, “las reformas estructurales pueden garantizar un crecimiento a largo plazo y el aumento del bienestar, además de incrementar la confianza y aliviar la presión de las políticas monetarias y fiscales”.
El documento “Reformas de Política Económica 2013. Apuesta por el Crecimiento” resalta que el grado de ejecución de la recomendaciones de la OCDE muestra el creciente reconocimiento por los países miembros de la necesidad de reformas estructurales.
El ritmo de las transformaciones ha sido particularmente elevado en los países europeos que se han acogido a programas de ayuda o están sometidos a las presiones del mercado, como es el caso de Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España.
El informe destaca que estas reformas incluyen aéreas políticamente sensibles como los sistemas de bienestar social y de regulación del mercado laboral.
Estos cambios, añade, son mucho más moderados en otros países de la zona europea con superávit en cuenta corriente, así como en Estados con niveles de vida altos (Noruega, Suiza y Estados Unidos).
Según el documento, un sistema de reformas más activas en estos países ayudaría a “lograr un reequilibrio, tanto en la zona europea como de manera global” y respaldaría la credibilidad de los planes de consolidación fiscal.
Al comparar las prioridades contenidas en el informe “Apuesta por el Crecimiento” de 2013 con el de 2011, la OCDE destaca el incremento considerable de las relativas a la creación de empleo.
“La necesidad de reducir el desempleo, en el zona europea principalmente, continúa siento un reto apremiante”, señala el texto.
Los países con ingresos más bajos, como México y Turquía, y los pertenecientes al BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) hasta hace poco han experimentado un fuerte crecimiento, pero ahora deben volver la mirada hacia una serie de retos y problemas comunes.
Entre éstos, la OCDE mencionó la calidad y la inclusión de los sistemas educativos, la capacidad y regulación de las infraestructuras, las barreras a la competencia y la inversión, tanto para empresas nacionales como extranjeras.
En su apartado dedicado a España, el informe recomienda al país seguir “de manera más cercana los esfuerzos de búsqueda de empleo de los beneficiarios de prestaciones y vincular los pagos de beneficios a los resultados”.
Los expertos de la OCDE felicitaron a España por las medidas adoptadas en este sentido a lo largo de 2012, una de las cuales introduce el arbitraje obligatorio en la negociación de nuevos convenios colectivos.
No obstante, recomendaron a Madrid eliminar la prórroga de los convenios caducados cuando las partes no lleguen a un acuerdo para su renovación, fijado en la actualidad en un año.
Las propuestas para Brasil han sido las de introducir una edad mínima de jubilación y recortar los gastos en pensiones y aportaciones sociales a los trabajadores de bajos ingresos.
A fin de incrementar la productividad laboral, los expertos de la OCDE consideran que es prioritario que Brasil aumente el nivel educativo de su fuerza laboral a través de la mejora del salario de los profesores y de los programas de perfeccionamiento.
Esta última recomendación se hace también a México, país al que la OCDE la aconseja disminuir las restricciones al capital extranjero en los sectores de transporte, telecomunicaciones y servicios financieros.
Según el informe, Chile ha reducido la brecha comparativa con los países más desarrollados de la OCDE, pero ésta sigue siendo importante y recomienda al país suramericano aumentar la productividad y, en materia de relaciones laborales, diminuir las compensaciones por despido de trabajadores fijos.