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Columna
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Peugeot debe ser realista

PSA Peugeot Citroen consiguió tranquilizar a los inversores por el futuro de su plan de reestructuración, incluso mientras informaba de unas pérdidas récord de 5.000 millones. El grupo ha recordado su plan de recortes y ha reiterado que alcanzará sus objetivos de consumo de flujo de caja operativo para 2013. Pero podría ser necesaria una visión menos optimista, teniendo en cuenta que el plan de la empresa se basa en la esperanza de que los mercados francés y europeo se estabilicen.

Las acciones subieron ayer en torno al 7% debido en parte por las medidas que se habían anunciado la semana pasada. Pero en una avalancha de malos números ya habituales, tres cosas destacan. Primero, Peugeot superó sus objetivos de recortes de gasto en 2012 en un 20%. Segundo, hizo hincapié en que será capaz de recortar su consumo flujo de caja operativo de 3.000 a 1.500 millones de euros para este año. Tercero, el fabricante se sienta sobre un colchón de 10.500 millones de caja y líneas de crédito no utilizadas. Esto significa que no necesitará dinero de los contribuyentes para el futuro más inmediato.

Pero los problemas acuciantes de PSA no se han resuelto. El sur de Europa, la zona cero de la crisis del euro, es su mercado más importante, acaparando el 35% de todas sus ventas. Y el rígido mercado laboral francés y la intromisión del gobierno no hacen fácil la reestructuración.

Las deficiencias domésticas agravan el problema. Mientras que las ventas en China crecen, la presencia de la marca en el mercado mundial más caliente sigue siendo débil. Sus dos mayores marcas, Peugeot y Citroen, no están lo suficientemente diferenciadas y compiten por clientes similares. Los esfuerzos para entrar en el rentable sector premium comenzaron tarde.

Con todo esto, los objetivos de Peugeot para este año parecen demasiado ambiciosos. Y las previsiones sobre el entorno económico y el mercado del automóvil se equivocan en lo positivo: asume que el mercado europeo se estabilizará , pero la economía europea, como ha enseñado la historia reciente, puede dejar sorpresas desagradables.

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